Editorial

La paradoja de Chile: éxito en vacunación y alza en contagios

La contradicción es aparente. No se ha llegado a un porcentaje de vacunados para la inmunidad colectiva. Y peor: la campaña de inoculación ha generado una errónea sensación de protección frente a los contagios.

Por: Editorial Diario Concepción 28 de Marzo 2021
Fotografía: Cedida

Luego de ser noticia en el mundo por el exitoso proceso de vacunación — modelo que ha sido calificado como ejemplar—, Chile vuelve a captar la atención internacional con lo que se ha bautizado como “la paradoja chilena”. La expresión se refiere al hecho de que la evolución de la pandemia en Chile parece contradecir la lógica: una eficiente campaña de vacunación y al mismo tiempo un incremento de contagios nunca vistos desde marzo de 2020. Como resultado, nuevos confinamientos obligatorios en comunas de todo el país, y personal e instalaciones hospitalarias al límite del colapso debido a la gran cantidad de personas que padecen la Covid-19.

No es la primera vez que se habla de la “paradoja chilena”. El país ha aumentado su ingreso per capita y reducido la pobreza en proporción superior a los países vecinos, y a la vez ha disminuido la desigualdad medida por el coeficiente de Gini. Sin embargo, el gran descontento social se hizo evidente para el mundo a través del estallido social de 2019. Las cifras económicas no encajaban con las expectativas de la ciudadanía.

En esta crisis sanitaria, los especialistas han buscado explicaciones para la “paradoja” y, en realidad, la contradicción es solo aparente. Pese a que se ha logrado aplicar más de 8 millones de dosis de vacunas, sólo un 15% de la población habría recibido la segunda dosis. Es decir, el 85% de la población sigue en riesgo de contagio y de padecer la Covid-19 en estado grave. Las investigaciones indican que se necesita llegar, como mínimo, al 70% de la población para que exista la “inmunidad de rebaño” o “inmunidad colectiva”.

Además, la vacuna no realiza milagros, explican los infectólogos, y el cuerpo humano necesita de algunos días para crear defensas contra el coronavirus. Al parecer, una parte de la población vacunada no ha tomado en cuenta el plazo requerido para que las vacunas hagan su trabajo, y a la vez se ha instalado una errónea sensación de seguridad en quienes reciben el medicamento. Es decir, hubo un relajo en las medidas de prevención y autocuidado. Y las fiestas, competencias y aglomeraciones de distintas naturaleza han contribuido al alza de los contagios.

Las nuevas variantes del coronavirus suman otro elemento a la ecuación y no hay certeza de que las actuales vacunas puedan controlar los virus mutantes. Ese es el escenario de la pandemia y la única certeza es que, si no se combinan con otras medidas, la vacunación tendrá impactos positivos limitados. No hay incongruencia ni paradoja, sino la confirmación de hechos observables.

Etiquetas