Editorial

Doble discriminación

Las mujeres, niñas y adolescentes con discapacidad también exigen la igualdad de derechos, oportunidades y participación plena y activa en la sociedad.

Por: Editorial Diario Concepción 05 de Marzo 2021
Fotografía: Cedida

Fomentar la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer es una tarea permanente y que tiene una arista con poca visibilidad: la situación de mujeres, niñas y adolescentes con discapacidad. Ellas sufren una doble discriminación, por razón de género y por la propia condición de discapacidad.

El mundo del trabajo refleja esa realidad de discriminación, una verdad que comienza en las diferencias para contratación y ocupación de puestos trabajo hasta las desigualdades económicas por el mismo trabajo realizado. Según los datos recolectados por la Fundación Chilena para la Discapacidad, desde enero del 2020 hasta enero del 2021 se han contratado a 19.571 trabajadores y trabajadoras con alguna discapacidad en Chile. Del total, 12.573 contratados son hombres, y 6.998 son mujeres. Es decir, el 35,8% son mujeres y el restante, 64,2%, corresponde a hombres. En simples, de cada 100 personas en situación de discapacidad contratadas por la ley 21.015, 36 son mujeres y 64 son hombres.

El tema no suele aparecer en la agenda pública con regularidad, aunque es una materia que impacta directamente a 2,8 millones de personas en Chile, de acuerdo con el Senadis, que precisó en 6,7% la población chilena que vive con alguna condición de discapacidad. En medio a esa realidad, la marginación de niñas, adolescentes y mujeres de todas las edades que padecen de alguna forma de discapacidad. Por ello, es necesario adoptar medidas especiales a todos los niveles para integrarlas totalmente en la sociedad, como también se hace imperioso incorporarlas en todas las actividades de formulación de políticas. Lo anterior requiere del compromiso y trabajo de todos los sectores, y de diferentes agentes como gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, población en general y los medios de comunicación.

Las mujeres, niñas y adolescentes con discapacidad también exigen la igualdad de derechos, oportunidades y participación plena y activa en la sociedad. Está más que demostrado que la inclusión laboral de personas en situación de discapacidad trae grandes beneficios para las compañías. Mejoramiento del clima laboral, buenas relaciones entre los pares, impacto positivo en la productividad. El área Mujer de la Fundación Chilena para la Discapacidad impulsa la campaña “No más palabras”. Es hora de propiciar la inclusión y disminuir las brechas laborales en forma concreta.

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