Editorial

200 mil personas en la Región del Biobío siguen en la informalidad laboral

Hay que robustecer el mercado de trabajo y abrir espacio para que todos y todas, si así lo desean, puedan acceder a un puesto laboral de calidad.

Por: Editorial Diario Concepción 11 de Febrero 2021
Fotografía: Contexto. Archivo

La informalidad laboral es una materia que ha levantado muchas polémicas. Por un lado, se ataca esa modalidad de trabajo debido a la incertidumbre de los ingresos, carencia de protección social, e inestabilidad. En general, se apunta a la precariedad que conlleva al trabajador. Por otro lado, hay quienes sostienen que la informalidad laboral, per se, no es ni buena ni mala. La precarización del mercado laboral y los bajos sueldos impulsarían la búsqueda de trabajo por cuenta propia. Para muchas personas es una opción de desarrollo profesional en una sociedad de oportunidades. En pandemia, hubo incentivos en esa dirección. Cuando una alta tasa de informalidad laboral, sin embargo, no es una opción sino que se impone de manera involuntaria, el panorama cambia. Sin posibilidad de empleos de calidad, la fuerza laboral migra a las ocupaciones informales.

En Biobío, por años la tasa de informalidad laboral estuvo alrededor del 30%. Es decir, tres de cada cuatro personas de la fuerza laboral estaban en la informalidad. Según las cifras entregadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), llegó a menos del 20% a mediados del año, y se alzó a 23,8% durante el trimestre octubre-diciembre de 2020. En la práctica, una de cuatro personas que trabajan están en la informalidad, según las cifras oficiales.

Hay consenso en las recetas para disminuir la informalidad laboral forzosa. Inversión público-privada, retomada de proyectos de infraestructura, atracción de obras de envergadura para absorber mano de obra y puestos calificados, subsidio de desempleo, contratos y beneficios estatales negociados. En Chile, hubo avances en la creación de normas para la contratación de jóvenes, pero también se hace necesario incentivar a los empresarios a contratar a personas sin experiencia laboral. Ello porque las economías han cambiado, como también los mercados y la fuerza laboral.

En medio a la pandemia y todo el impacto en la economía local, las cifras del INE no son auspiciosas, pero hay coincidencia de que podría ser un escenario bastante peor. De todas formas, hay que robustecer el mercado de trabajo y abrir espacio para que todos y todas, si así lo desean, puedan acceder a un puesto laboral de calidad. Lo que no puede ocurrir es que más de 200 mil personas en Biobío sigan en la informalidad laboral.

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