Editorial

Gestión del agua

Sin mecanismos regulatorios adecuados, el mercado del agua nacional mantendrá características especulativas que son nefastas para la subsistencia de la población.

Por: Editorial Diario Concepción 18 de Diciembre 2020
Fotografía: Archivo

El Lago Laja, mayor embalse natural de Chile, presenta en la actualidad un 61% de déficit respecto a su volumen histórico. Las aguas de ese embalse tienen un uso mixto -riego y generación eléctrica y cuándo hay escasez, reflota el debate sobre la necesidad de establecer medidas para regular el uso de ese vital recurso. Tomando en cuenta la pluviometría entre los años 2019 y 2020, la situación se vuelve compleja. Las imágenes del Lago Laja desatan otro debate: sobre los cambios climáticos y la legislación sobre las fuentes de agua potable para el país.

Los especialistas han advertido una y otra vez que muchos problemas en Chile ocurren por una mala gestión de los recursos hídricos. Mientras que en el norte hay conflictos por la baja cantidad de agua, en el sur el escenario es distinto y los conflictos suelen ocurrir por la mala administración de la abundancia. Según un estudio realizado en 2019, la concentración del agua es otro problema: las regiones Metropolitana, de O’Higgins y del Maule acapararían el 45% del consumo nacional. A ello se debe sumar factores como la construcción en las cuencas, lo que dificulta la infiltración de aguas lluvias en las napas subterráneas, además de la deforestación de las partes altas de las cuencas.

Los especialistas indican que el país requiere de una política que entregue mayor equidad en la distribución del agua. La agricultura concentra más del 70 por ciento del consumo nacional, mientras que el agua potable para consumo humano representa sólo un 2 por ciento del total. Las actividades de riego capturan la mayor parte de los derechos de agua, donde en buena parte se usan para la producción agrícola y vitivinícola, pese a una relativa importancia en ventas, impuestos, empresas y empleos de ese sector específico.

Sin mecanismos regulatorios adecuados, el mercado del agua nacional mantendrá características especulativas que son nefastas para la subsistencia de la población. Al inicio del mes, el agua comenzó a ser cotizado en el mercado de futuros de materias primas en Estados Unidos. Así como el petróleo, el oro, el cobre.

En un contexto de cambio climático que impacta a los recursos hídricos, especialmente en las zonas rurales y comunidades vulnerables, es necesario legislar sobre la materia. Entre otras iniciativas, que el país pase a incorporar la medición obligatoria de la huella hídrica en la evaluación de impacto ambiental.

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