El país espera que La Moneda indique a un nuevo titular que no genere anticuerpos y que esté en sintonía con las demandas y cambios que se han implementado en los últimos meses y que apuntan a un nuevo Chile.
Con la decisión de la Cámara de Diputados, por 80 votos a favor, 74 en contra y una abstención, la acusación contra el ahora ex ministro Víctor Pérez fue despachada al Senado. Pérez quedaría suspendido de su cargo como ministro del Interior y Seguridad Pública, pero estimó conveniente presentar su renuncia al cargo mientras espera lo que resuelva el Senado. La Cámara Alta decidirá si acusa o no constitucionalmente al ex secretario de Estado y, de ser aprobada la acusación, Pérez podría quedar inhabilitado de ejercer cargos públicos por los próximos cinco años.
En total, van ocho acusaciones constitucionales presentadas en el Congreso durante el segundo gobierno del Presidente Sebastián Piñera. De las ocho acusaciones, una se ha aprobado: contra Andrés Chadwick, quien está inhabilitado de ejercer cargos públicos durante cinco años.
El gran número de acusaciones constitucionales revela las dificultades del gobierno para establecer una agenda que logre mayores consensos y apoyos transversales. No está demás recordar que hubo libelos acusatorios contra dos ex ministros de Salud, dos titulares de Interior, una titular de Educación, tres ministros de la Corte Suprema, una jueza de la Corte de Apelaciones de Valparaíso e, incluso, el Presidente recibió una acusación constitucional. Mientras avanza el proceso en contra de Víctor Pérez, sigue en la pauta del día el juicio político contra el ex ministro de Salud, Jaime Mañalich. En esa investigación, el nuevo ministro, Enrique Paris, ha postergado repetidamente la entrega de correos electrónicos solicitados por el Ministerio Público.
Además de transparentar la dificultad del gobierno para leer la realidad y actuar en consonancia con el Chile actual, la caída de Pérez muestra también una incapacidad de encontrar soluciones adecuadas para el conflicto que se desarrolla al sur de Biobío y en la Araucanía. La decisión de instalar en el Interior a Pérez, probablemente, no fue la más acertada en un período con problemas en distintos frentes, incluyendo el paro de camioneros, las divisiones de su sector por el Plebiscito, la situación en La Araucanía, los problemas con Carabineros.
Es el Presidente de la República quien tiene la facultad de nombrar a otro secretario de Estado, aunque la carta fundamental establece que ante la vacancia temporal del ministro, debe asumir su lugar el subsecretario del Interior. El país espera que La Moneda indique a un nuevo titular que no genere anticuerpos y que esté en sintonía con las demandas y cambios que se han implementado en los últimos meses y que apuntan a un nuevo Chile.