Hay una evidente mejora en la percepción de la economía. Las teorías apocalípticas no se cumplieron. Pero en materia de Covid-19, todavía no hay razones para sesgos demasiado optimistas.
La percepción de la ciudadanía sobre el futuro ha cambiado para mejor, según los resultados de las encuestas de opinión. En el sondeo de Cadem para la semana del 13 de agosto, un 54% de los encuestados calificó de muy buena o buena su situación económica y la de su familia. Ese resultado representó un salto de 10 puntos porcentuales respecto a la semana previa y fue el registro más alto desde el inicio de la pandemia. En el último sondeo hubo una baja de dos puntos en el optimismo de los que contestaron la encuesta, pero es el segundo mejor resultado en más de cinco meses. Los análisis apuntan en una dirección: los más de US$ 8.000 millones liberados por las AFP y los bonos entregados por el gobierno elevaron las expectativas.
Las teorías apocalípticas no se cumplieron. Hubo advertencias en abundancia sobre los peligros del retiro de los fondos de las AFP. Que tendría impacto en los mercados de capitales, con disminución del valor de los ahorros de los cotizantes, además de efectos en la tasa de cambio. Hoy el relato es otro: indicadores de la Cámara Nacional de Comercio sobre el comercio minorista online y presencial muestran incrementos en las ventas, en comparación el mismo período de 2019. Es decir, las encuestas revelan una mejora significativa de la percepción de la ciudadanía sobre su situación económica actual, y además, esto se evidencia con los datos de las ventas del comercio minorista.
Hasta la aprobación hacia la gestión del gobierno ha mejorado. El Presidente Sebastián Piñera tenía un 10% de aprobación en enero y, según la Cadem, ese indicador alcanza el 20% en la actualidad. Según el informe de Cadem esta mejor valoración está relacionada con la cantidad de chilenos y chilenas que declara haber recibido beneficios del Estado, saltando de un 40% al 10 de julio a un 52% al 21 de agosto.
La inyección de dineros a la economía, y el consecuente impacto en el consumo podría tener un efecto positivo de entre 3% y 3,5% en el crecimiento del país, según estimaciones de la banca privada. Por dónde se mire, hay una evidente mejora en la percepción de la economía, pese a todos los pronósticos catastróficos iniciales.
Hace falta que el país pueda finalmente “aplanar la curva” de los contagios, fenómeno que ha sido bastante esquivo en Bío Bío. En esa materia, todavía no hay razones para sesgos optimistas.