Uno de los temas que ha generado debate por estos días, sobre todo en el mundo político, se relaciona con la decisión del Ministerio de Hacienda de recortar los presupuestos de los distintos gobiernos regionales del país, en el caso de Bío Bío, $5 mil millones.
La medida, por cierto, ha generado las más variadas reacciones, partiendo por los propios consejeros regionales, encargados de asignar dichos recursos. El gremialista Luis Santibáñez ha hablado de “desmantelamiento de los gobiernos regionales”, mientras en la vereda contraria, el socialista Andrés Parra ha declarado que este tipo de medidas contribuyen a la inequidad y son contrarias al fortalecimiento de la justicia social en regiones. El Consejo Regional del Bío Bío en pleno, también, manifestó sus diferencias y la Asociación Nacional de Consejeros Regionales, a través de un oficio enviado al ministro Ignacio Briones, calificó la medida como arbitraria, pues no se “calculan sus efectos en regiones”.
Por cierto, desde el Ejecutivo han puesto paños fríos y el Intendente Sergio Giacaman insistió en que esos recursos retornarán en la medida que la Región mantenga una buena ejecución presupuestaria.
Una declaración que podría llama la atención, sino fuera por su apoyo a la elección directa de las futuras autoridades, es la formulada por el otrora diputado DC, Marcelo Chávez, quien a través de su cuenta de Twitter, manifestó que si “tuviéramos gobernadores regionales y no intendentes, esto no sucedería”.
La frase no es particular, sólo considerando la proximidad de la elección (una eventual primaria se efectuaría en noviembre) y la ausencia de un debate en torno ella (quizás haya que sortear primero el plebiscito), sino también por datos arrojados por una reciente encuesta de la Universidad del Bío Bío que enfatiza en las altas expectativas que tiene la ciudadanía en el nuevo cargo. Un porcentaje importante espera que pueda centrar su trabajo en la reactivación económica, pese a las crítricas por falta de atribuciones que tendría la autoridad.
Ante la alta expectativa ciudadana y la promesa de que situaciones como un recorte presupuestario no estarán en el foco de la discusión, probablemente es importante que se comience a legislar sobre rentas regionales, la última pata de la mesa del proyecto descentralizador perfectible, pero que aún continúa cojo.