Tras más de cuatro meses de Covid-19 en Chile, algunos análisis afirman que la pandemia podría haberse evitado. Es la creencia de que los eventos pasados pueden ofrecernos una idea sobre el futuro.
El cambio climático, por sus efectos ambientales, económicos y sociales, es la principal amenaza a la prosperidad mundial. Esa fue una de las conclusiones del informe Riesgos Globales 2020 del Foro Económico Mundial, presentado en Davos en enero de este año. Respecto a la economía del mundo, el reporte señaló la polarización política y la guerra comercial como las amenazas más contundentes. El reporte contó con la opinión de 750 especialistas y posicionó el riesgo de enfermedades infecciosas en el puesto 10 del ranking, muy por detrás de preocupaciones como el calentamiento global, la desigualdad y los ciberataques.
Menos de dos semanas después de la reunión de Davos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el brote por el nuevo coronavirus representaba una emergencia de salud pública de importancia internacional. Transcurrido poco más de un mes, la OMS determinó que la Covid-19, se caracterizaba como pandemia.
Cuando se anunció el informe de Riesgos Globales, China ya había reportado la primera ola de infección “muy contagiosa” por un nuevo coronavirus. Sin embargo, nadie pudo anticipar lo que vendría. Los imprevistos, que no guardan relación entre causa y efecto, dificultan las tentativas de predecir el futuro.
La actual pandemia es uno de aquellos sucesos que suelen ser improbables, hasta que ocurren. La Covid-19 podría cuadrarse con la teoría del cisne negro, formulada hace más de una década por el ensayista libanés-estadounidense, Nassim Nicholas Taleb. Un cisne negro es un acontecimiento inesperado, que no se pudo advertir. Como no hay evidencia de que vaya a suceder, nadie está preparado para el hecho y esa característica profundiza los impactos de tales eventos.
Tras más de cuatro meses de Covid-19 en Chile, algunos análisis afirman que la pandemia podría haberse evitado. Y como mínimo, si se hubiera prestado atención a las señales, se podría haber minimizado sus consecuencias. Es la creencia de que los eventos pasados pueden mostrarnos una idea sobre el futuro. De acuerdo con la teoría de Taleb, somos ciegos ante la posibilidad de anticipar hechos improbables. Para miles de personas en Bío Bío, el contagio por coronavirus ha sido como un cisne negro, una posibilidad lejana y bastante improbable. Hasta que ocurre.