Cabe al Gobierno demostrar que su última estrategia va en serio. Con desarrollo de lo que se plantea en el “Paso a Paso”, con transparencia y apertura a la participación de distintos actores de la sociedad, con métricas que indiquen el avance del programa en sus objetivos.
La estrategia del Gobierno de Chile frente a la pandemia ha sido calificada como errática, zigzagueante. Los adjetivos derivan de acciones y políticas que entregaron al país una percepción de que el Gobierno estuvo improvisando en narrativas como “nueva normalidad” y “retorno seguro”, para luego decretar cuarentena en el Gran Santiago. Después de una serie de errores, el plan “Paso a Paso nos cuidamos” busca entregar un programa más elaborado para gestionar la pandemia.
Entre los puntos positivos del “Paso a Paso”, destaca la intención de transparentar un plan más acabado para enfrentar el coronavirus, y en que la ciudadanía podrá conocer en qué etapa o fase del plan se encuentra su territorio. A la vez, facilita a las autoridades cierta participación para aplicar medidas más o menos restrictivas de acuerdo con la evolución de la Covid-19 en las comunas del país.
Los municipios han planteado la necesidad de mayor colaboración, desde los territorios, para la definición de políticas sanitarias. No tiene sentido determinar medidas restrictivas o “Apertura Avanzada” de tales medidas sin el aporte de los municipios, donde alcaldes y alcaldesas participen en la toma de decisiones. Las autoridades locales juegan un rol decisivo, ya que conocen los indicadores de su zona, el estado de la red asistencial y la trazabilidad en su territorio.
En ese punto, el “Paso a Paso” ha pecado de soberbia. La presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, acusó a la subsecretaria de Salud, Paula Daza, de “faltar a la verdad”, puesto que Daza declaró que el plan había sido presentado previamente a autoridades y organizaciones de la sociedad civil.
Finalmente, tras más de cuatro meses de pandemia, el país cuenta con un repositorio unificado de información en línea, con datos epidemiológicos, protocolos, información territorial y material de apoyo para la ciudadanía que considere la diversidad territorial.
Cabe al Gobierno demostrar que su última estrategia va en serio. Con desarrollo de lo que se plantea en el “Paso a Paso”, con transparencia y apertura a la participación de distintos actores de la sociedad, con métricas que indiquen el avance del programa en sus objetivos. Hace falta establecer más espacios de diálogo para consolidar un mejor manejo de la pandemia en Chile.