Si los resultados de estos procesos no serán tomados en cuenta por las autoridades para la toma de decisiones, cuesta entender cuál es el verdadero fin para la realización de estos sondeos.
En enero pasado, la municipalidad de Concepción impulsó una consulta ciudadana, con el fin de conocer la visión de la comunidad con respecto a las edificaciones en altura. 11.728 personas participaron del proceso, que se realizó vía online y donde el análisis de sus resultados fue categórico:la ciudadanía no quiere edificaciones con una altura mayor a los nueve pisos.
Si bien la consulta no tenía un carácter vinculante, desde que se gestó su realización, las autoridades penquistas, encabezadas por el alcalde Álvaro Ortiz, indicaron que sí tendría un valor de cara a la modificación del Plan Regulador Comunal (PRC), proceso que aún está en curso y que toma mayor relevancia considerando que, durante lo que va de 2020, se han ingresado 36 anteproyectos a la municipalidad de Concepción, con alturas entre los 15 y 30 pisos en el radio céntrico de la ciudad.
Sobre el futuro del PRC, Karin Rudiger, arquitecta del municipio penquista, indicó que actualmente se desarrolla el anteproyecto, el cual espera ser presentado al Concejo Municipal a fin de año. En ese sentido, para que entre en vigencia falta toda la etapa de aprobación normativa, que podría llevarse a cabo recién durante el primer semestre del 2021.
Por ello, la opción que sigan ingresando anteproyectos de edificación en el casco histórico del centro penquista, hasta que el nuevo PRC entre en vigencia, es muy factible. Como dato, en las calles Cruz, San Martín y Los Carrera, se presentaron al municipio construcciones entre 24 y 30 pisos en el primer semestre de 2020.
Si bien para que estos proyectos lleguen a concretarse -si llegan a hacerlo- falta un largo camino, sin duda, que sus presentaciones ya son una voz de alerta para tener muy en cuenta. Habrá que ver si los resultados de la consulta ciudadana, donde la comunidad expresó de forma clara su postura, serán, finalmente, considerados por las autoridades para la toma de decisiones.
En caso que eso ocurra, el proceso tendrá una validez e importancia real que justificará su realización y, de lo contrario, nuevamente planteará una interrogante en torno a su real valía. En tiempos en que la credibilidad y confianza sobre el actuar de las autoridades está en entredicho, que finalmente la voz ciudadana tenga peso en el desarrollo del nuevo PRC, indudablemente, sería un muy buen precedente de cara al futuro.