Editorial

Salvataje con efectos colaterales

Como no hay solución simple para estas materias, se compromete para el futuro el equilibrio fiscal del país. Es la “mochila” mencionada por el ministro Briones y que obligará a ajustes importantes a partir de 2022.

Por: Editorial Diario Concepción 17 de Junio 2020
Fotografía: Ministerio de Hacienda

“El mayor endeudamiento hoy es una mochila que le dejamos a las generaciones futuras y para que sea absorbida de buena manera requiere responsabilidad y un proceso de consolidación fiscal creíble a posteriori”.

El párrafo anterior podría haber sido escrito por un economista, un investigador, quizás un crítico a las políticas económicas del gobierno. Pero no. Fue una advertencia del mismísimo ministro de Hacienda, Ignacio Briones, sobre el escenario fiscal para los próximos años. Una alusión directa al fondo especial por hasta US$ 12 mil millones que se utilizará para financiar el plan económico de emergencia anunciado el lunes.

El aviso del ministro coincide con los análisis de exautoridades y académicos de distintos sectores: aumentará la deuda fiscal (quizás hasta un 43%), caerán las reservas de fondos soberanos (hasta un 50%) y es probable que por ello los capitales del mundo consideren Chile un poco más riesgoso para invertir.

Todo lo anterior, sin embargo, requiere de la aprobación del Congreso, lo que podría no ser más que un trámite, dado el acuerdo alcanzado el fin de semana entre gobierno, oficialismo y oposición. La aprobación del Congreso es necesaria puesto que el Ejecutivo se había comprometido a reducir el déficit en dos puntos del PIB en 2021. El plan anunciado propone una trayectoria expansiva del gasto fiscal, ya que la economía va a requerir estímulos.

De hecho, sí lo requiere. La actividad económica se desplomó a un 14,1% en abril, y sin señales de que el panorama sea mejor en los próximos meses. Hubo un impacto inmediato en los niveles de desempleo y cierres de empresas. Todo indica que la actividad económica seguirá en caída, mientras sube la tasa de desempleo.

Para impulsar la economía ante un escenario recesivo, Chile lanza una mano de instrumentos monetarios y fiscales que son necesarios y que en tiempos remotos estuvo de moda categorizarlos como “política económica contracíclica”.

Como no hay solución simple para estas materias, se compromete para el futuro el equilibrio fiscal del país. Es la “mochila” mencionada por el ministro Briones y que obligará a ajustes importantes a partir de 2022. Un efecto colateral a que ningún país del mundo hoy está inmune frente a una pandemia de graves consecuencias.

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