Si no logramos cooperar en pequeños territorios, es una ficción pretender que ello ocurra a mayor escala. Que países trabajen conjuntamente para encontrar una vacuna para el coronavirus sería entonces una tarea irrealizable.
Las ciudades crean lazos de colaboración. Los países colaboran y cooperan entre sí. Los profesionales, académicos y hasta las empresas que suelen competir encuentran posibilidades de colaboración. Porque trabajar en forma colaborativa aumenta las oportunidades para acceder a mayores recursos y recompensas. Hasta la naturaleza y los animales colaboran para lograr mejores resultados. No hay motivo, entonces, para considerar que en la clase política sería distinto.
Es una reflexión que las autoridades políticas de la Región del Bío Bío deberían tomar nota. La última semana fue prolífica en recordatorios sobre la importancia y necesidad de cooperar en pro del bien común. Ante la defensa de un alcalde a una cuarentena comunal, se generó una particular discusión a través de redes sociales con argumentos poco edificantes. Los dimes y diretes entre diferentes tiendas políticas son la moneda corriente en el juego político. Pero en un contexto de grave crisis sanitaria, en que aumenta cada día el número de contagiados, la tradicional esgrima no sólo es contraproducente, sino que nociva.
En otro episodio, distintas colectividades hicieron sentir su preocupación por la forma como el Gobierno está llevando a cabo el combate al coronavirus. En documento que será entregado al intendente regional, estas colectividades creen que “Falta sintonía con actores claves como los municipios, existe lentitud e improvisación en la implementación de medidas de distribución de alimentos y falta planificación para las semanas que vienen”. Ello generó más críticas cruzadas y descalificaciones entre los protagonistas.
Por fortuna, hay buenos ejemplos. Alcaldes del Gran Concepción superan dificultades y opiniones opuestas, liman asperezas para trabajar en conjunto para frenar el avance de la pandemia y tratar a los pacientes que ya están con la Covid-19.
Si no logramos establecer puentes de cooperación en pequeños territorios, es una ficción pretender que ello ocurra a mayor escala. Que países trabajen conjuntamente para encontrar una vacuna para el coronavirus es una tarea probablemente irrealizable. Cabe recordar la advertencia de Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS: “No usen este virus como una oportunidad de enfrentarse unos con otros o hacer política. Es peligroso. Es como jugar con fuego”. Simplemente, porque lo peor de la pandemia “está por venir”.