Es necesario seguir perfeccionando los protocolos, y cumplirlos a cabalidad, para evitar consecuencias más graves ante un posible peak de la covid-19.
Los recientes brotes de la covid-19 en centros de atención a la salud del Gran Concepción han puesto en juicio público el compromiso de estos centros con los protocolos y pautas de procedimientos para hacer frente a la pandemia.
Conocer y seguir tales protocolos es fundamental para frenar los contagios para los profesionales de atención, como también para controlar las enfermedades en los pacientes, y evitar nuevos contagios entre quienes están de paso por los recintos de salud. Las recomendaciones indican que lo primero es separar las atenciones de pacientes sospechosos de portar virus, quienes tendrán atención prioritaria. Los funcionarios de salud, en tanto, deberán portar los elementos de protección adecuados y asegurar la toma de muestras. Adicionalmente, se debe hacer una categorización de los pacientes contagiados y, según el diagnóstico, definir el traslado a un centro sanitario o hospitalización con aislamiento.
Pese a la aparente obviedad de esas recomendaciones, insistir en ello debe ser una constante en todos los recintos de salud, que suelen tener alta rotación de personas todos los días. Más aún con la cercanía del invierno, en que suele aumentar la cantidad de personas con enfermedades estacionales. Y más aún con los brotes en reconocidos y respetados centros de salud, como el Sanatorio Alemán, en que, de los 61 casos confirmados, 35 son funcionarios, 5 pacientes y los demás son familiares tanto de funcionarios como de pacientes. En otro importante centro, el Hospital Traumatológico, se informó ayer de tres contagios confirmados, correspondientes a dos funcionarios y un paciente. Mientras que otras 16 personas fueron enviadas a cuarentena por sospecha de contacto con los pacientes infectados.
Hay consenso en que una crisis como esta requiere del seguimiento de los protocolos, de trabajo en equipo, comunicación, adaptación de los centros y seguridad para trabajar. Ello incluye el crucial resguardo a los trabajadores de la salud, que deben recibir no solo herramientas de protección, sino que también apoyo psicológico y emocional en virtud de un posible agotamiento físico y mental, situación que puede presentarse con la evolución de los contagios.
Chile ha tenido muy buenos resultados en el control de esta pandemia. Es necesario seguir perfeccionando los protocolos para evitar consecuencias más graves ante un posible peak de la covid-19.