En materia de legislación, Chile se pone al día frente a países como EE. UU. y de Europa, que suman años en el uso de herramientas para conectar personas, trabajar y entretener.
La plataforma de Telemedicina UdeC, puesta en marcha para acceso público y gratuito el viernes 20, registró más de un millón de consultas en los primeros tres días. Un hecho sin precedentes tratándose de un servicio de teleconsulta en esta contingencia por la crisis sanitaria.
El objetivo de esa plataforma no es entregar un diagnóstico médico, sino otorgar apoyo en el abordaje de la pandemia generada por el coronavirus. Al usuario del sistema se ofrece un formulario de “Evaluación de riesgo COVID-19”, que busca orientarlo en caso de presentación de síntomas y, cuando sea necesario, proporcionar una consulta a distancia con un profesional médico especializado.
La pionera iniciativa va en línea con las medidas adoptadas en Chile para frenar la expansión del coronavirus. Por lo mismo contó con la colaboración del Gobierno Regional, las secretarías regionales ministeriales de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación y de Salud, el Colegio Médico y las universidades Católica de la Santísima Concepción, San Sebastián y Andrés Bello.
El gran número de accesos al portal revela el éxito de este tipo de herramienta en una coyuntura en que se recomienda a la población quedarse resguardada en casa lo máximo posible. Incluso para trabajar, incorporando la modalidad de trabajo.
Logra gran relevancia entonces la aprobación del proyecto de teletrabajo y trabajo a distancia. Hasta un par de semanas atrás, el tema no era más que una “tendencia”, pero de pronto se convirtió en algo compulsivo para millones de chilenos y chilenas. La ley anunciada ayer por el Presidente Piñera promete descongestionar las ciudades, el transporte público y, en particular en el contexto del coronavirus, debería entregar más seguridad a quienes desarrollan sus actividades profesionales desde su casa, alejados de oficinas, comercio, y centros de producción y servicios.
Así, pese al necesario aislamiento social, hay buenas noticias. En materia de legislación, Chile se pone al día frente a países como EE. UU. y de Europa, que suman años en el uso de herramientas para conectar personas, trabajar y entretener. Es una oportunidad para subir al carro de tecnologías que pueden contribuir a mitigar los efectos que provoca en la sociedad y en la economía la actual emergencia sanitaria.