Editorial

Una vacuna llamada autocuidado

La búsqueda de un tratamiento eficaz contra el coronavirus sigue en desarrollo en distintos centros de investigación, en varios países. Se afirma que hoy existen 80 ensayos clínicos.

Por: Editorial Diario Concepción 21 de Marzo 2020
Fotografía: Archivo | Pexels

La pandemia de gripe de 1918 causó más de 25 millones de muertos en menos de 25 semanas. Con la crisis sanitaria generada por el COVID19, la pregunta que da vuelta al mundo es: ¿Estamos mejor preparados para una pandemia, o podría volver a ocurrir algo similar a la crisis de 1918?

Muy probablemente, no. Pero no hay que quitarle importancia a la nueva pandemia, un término que implica una trasmisión sostenida, eficaz y continua de la enfermedad de forma simultánea en más de tres regiones geográficas distintas. En todo caso, pandemia no es sinónimo de muerte, pues el término no hace referencia a la letalidad del patógeno, sino a su transmisibilidad y extensión geográfica.

La búsqueda de un tratamiento eficaz contra el coronavirus sigue en desarrollo en distintos centros de investigación, en varios países. Se afirma que hoy existen 80 ensayos clínicos con antivirales que se han empleado para otras infecciones. China anunció avances con un fármaco antigripal conocido como favipiravir. Probado en 340 pacientes, se afirma que el fármaco reduce el tiempo que necesitan los enfermos para eliminar el virus del cuerpo, según un miembro del Ministerio de Ciencia y Tecnología de China.

También se realizan ensayos con el remdesivir, un antiviral de amplio espectro, todavía en estudio, que ha sido ensayado contra el ébola y el SARS/MERS. Otros ensayos propuestos se basan en el uso de la cloroquina, un antimalárico también tiene una potente actividad antiviral; también con Lopinavir y Ritonavir, entre otros.

Las soluciones toman su tiempo, por las particularidades para el caso del coronavirus. Como explica la decana de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Concepción, Dra. Soraya Gutiérrez Gallegos, se debe distinguir, por ejemplo, entre antivirales, antibacterianos y vacunas.

Los antivirales son compuestos que impiden el proceso de propagación de los virus. Los antibacterianos evitan la propagación de las bacterias. En ambos casos son activos contra un grupo o familia de virus o bacterias. En el caso de las vacunas, si bien cumplen el mismo objetivo, detalla la decana, “son dirigidas contra un virus o una bacteria particular. Ambos impiden el proceso de propagación, pero el mecanismo por el cual lo impiden es lo que hace la diferencia”.

En materia de investigación, nunca hemos estado mejor preparados para combatir una pandemia. A partir de ello, el autocuidado sigue siendo una receta sumamente eficaz.

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