La falta de definiciones en estas materias, sin embargo, no deben comprometer lo que ya es una conquista de las regiones en pro de acelerar el proceso de descentralización política.
Primero fue el estallido social iniciado en octubre. En las últimas semanas, los brotes del Coronavirus. Con los reflectores apuntados a temas que acaparan el interés de la sociedad, otra vez, la futura elección de los gobernadores fue desplazada del debate público.
De hecho, tratando de política, otros asuntos han concitado el interés de una considerable parte de políticos, autoridades y analistas. Por ejemplo, los embates al interior de los partidos, los intercambios de acusaciones de correligionarios, las contiendas en tribunales y en el Congreso. Como resultado, las elecciones del próximo 25 de octubre -en que se elegirán alcaldes, concejales y gobernadores regionales- pasaron a segundo plano.
El sufragio universal para elegir a los gobernadores ha sido un tema controversial. En 2019 hubo proyectos de resolución, en la Cámara, para pedirle al gobierno que suspendiera la elección de gobernadores. Al inicio de 2020, fueron los alcaldes de la Asociación Chilena de Municipalidades los que plantearon la necesidad de postergar la elección, dada la falta de atribuciones que tendrían las autoridades elegidas.
Es cierto que faltan muchas definiciones respecto a la asignación de funciones, poder de decisión y financiamiento para la nueva autoridad. Incluso, el gobierno tiene pendiente el envío de la comprometida ley corta para aclarar las atribuciones de los futuros gobernadores, pero la iniciativa quedó en status quo tras el estallido social.
La falta de definiciones en estas materias, sin embargo, no deben comprometer lo que ya es una conquista de la regiones en pro de acelerar el proceso de descentralización política. Además, es una responsabilidad del actual gobierno implementar los comicios para gobernador, lo que fue mandatado por el Parlamento.
Más que postergar la elección, es decisivo acelerar las gestiones políticas y administrativas para concretar el traspaso de competencias para las autoridades que serán elegidas por voto popular. El actual escenario no es propicio para rondas de incertidumbre respecto a la factibilidad de llevar adelante los comicios. Este cambio representa el fortalecimiento de las regiones y el combate al poderoso centralismo. Las regiones del país necesitan de autoridades que las representen desde y para las regiones.