Es conveniente recordar que la peor pandemia podría no ser el coronavirus, sino el pánico a escala planetaria. Más que nunca, la prudencia y la buena información son fundamentales.
La OMS estima que el COVID-19 puede ser caracterizado como una pandemia”, dijo el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus. Así, oficialmente, ya puede definirse como una “pandemia” el coronavirus causante del COVID-19, luego de que el número de afectados fuera de China se haya multiplicado por 13 en dos semanas y que se hayan triplicado los países afectados en el mismo período. “Podemos esperar que el número de casos, de decesos y de países afectados aumente” en los próximos días y semanas, agregó el director de la OMS. Por ende, se insta a que gobiernos, países y sociedades impulsen acciones más agresivas e intensas en la prevención y contención para evitar nuevos casos.
Las autoridades sanitarias en Chile han confirmado el nuevo estatus de la enfermedad y han llamado a la calma: “No tenemos ningún argumento para suspender eventos masivos o que los partidos de fútbol se jueguen sin público, como en otras partes”, dijo el ministro de Salud Jaime Mañalich.
Sin embargo, diversas organizaciones han tomado la iniciativa de posponer eventos programados para fechas cercanas. El más conocido, en el ámbito nacional, es la decisión de suspender el festival Lollapalooza debido a la alerta mundial por la pandemia del coronavirus.
En la Región del Bío Bío, se anunció la postergación de Expocorma, feria del mundo forestal programada para el final de marzo. El retraso se hizo considerando que una parte importante de los invitados, clientes y expositores de la feria provienen de países como Italia, China y Singapur, que se encuentran en alerta por el COVID-19.
En suma, el coronavirus se instaló en la agenda pública en Chile de forma irreversible, con impactos sociales, económicos y políticos. Es oportuno que la ciudadanía esté informada adecuadamente y que se tomen todas las medidas necesarias para evitar el avance de la enfermedad, de modo que los impactos sean mitigados.
Es conveniente recordar que la peor pandemia podría no ser el coronavirus, sino el pánico a escala planetaria. Se ha visto en las bolsas de valores en los últimos días. La historia ha registrado brotes de terror que afectaron a millones y que finalmente desencadenaron una recesión global. Más que nunca, la prudencia y la buena información son fundamentales.