Editorial

La nueva puerta internacional de la Región del Bío Bío

El aeropuerto internacional debe encadenarse con el sistema integrado de transporte, una red que permita la movilización de personas y productos de modo rápido, eficiente y seguro.

Por: Editorial Diario Concepción 21 de Diciembre 2019
Fotografía: M. de Transportes

Fiel a la tradición regional, una propuesta que no podía ser más razonable y auspiciosa tuvo que esperar décadas para concretarse, un aeropuerto internacional en la ciudad de Concepción, con dos ventajas inmediatamente evidentes: la primera, descongestionar el siempre sobrepasado aeropuerto de Santiago como paso obligado hacia el exterior; la segunda, permitir a los pasajeros salir desde nuestra región al resto del mudo, utilizando otros aeropuertos como conexión más cercana y directa.

El jueves 14 de diciembre del año 2000, el entonces Presidente de la República, Ricardo Lagos Escobar, inauguró las nuevas instalaciones del Aeropuerto Internacional Carriel Sur de esta ciudad, con una inversión, en esa época, de 33 millones de dólares. Se anunciaba, entonces, la instalación del sistema ILS1, que permitiría que los aviones pudieran aterrizar frente a la escasa visibilidad en otoño e invierno, debido a las condiciones climáticas de esas estaciones del año. Habitualmente, aerolíneas como LAN y Sky debían suspender o reprogramar los horarios de los vuelos, con daño considerable a la conectividad de la comuna y con severas repercusiones en los negocios y en la actividad laboral.

El espíritu de la iniciativa, inaugurada hace diecinueve años, fue contar en la zona con una alternativa de aeropuerto internacional o, mejor aún, un aeropuerto internacional para quienes decidan ingresar o salir del país, no necesariamente por el aeropuerto de Santiago de Chile, siempre congestionado, pese a sus interminables ampliaciones. Para concretar esta iniciativa, el argumento más fuerte fue la evidencia del permanente aumento de volumen de personas que se desplazaba por este medio y la necesidad de una opción de salida directa al exterior con disminución de tiempos y costos.

Hace pocos días, tras varias semanas de preparación, con capacitaciones, coordinaciones interinstitucionales, análisis de dotación, infraestructura y riesgos, entre otros aspectos, el Servicio Nacional de Aduana presenció el jueves recién pasado la salida del primer vuelo directo a Lima, a cargo de la empresa Jetsmart, un evento histórico para esta compañía que apostó por una iniciativa regional y una nueva fase de conectividad de la Región del Bío Bío.

En el caso específico de nuestra región, se da por reconocida su capacidad exportadora, su desarrollo universitario y su eventual papel de capital de una macro zona sur. Para ser consecuentes con ese grado de importancia, debe haber en todos los actores un convencimiento cabal de que los proyectos necesarios no tienen que ser obligatoriamente sucesivos, sino muchas veces simultáneos. De este modo, se asegura cumplir con los indicadores de desarrollo local y, por supuesto, del país en su conjunto, con claro impacto positivo en lo social como también en relación con el Producto Interno Bruto.

Así, también, el aeropuerto internacional debe encadenarse con el sistema integrado de transporte, una red que permita la movilización de personas y productos de modo rápido, eficiente y seguro. Ello constituye una severa prueba para los ministerios involucrados y los actores locales, que deberían desempeñar una adecuada tarea de gestión y supervisión, así como transformar una serie de proyectos inconexos en un plan de región que atienda las necesidades inmediatas y las proyectadas para un futuro predeciblemente muy distinto y mejor al actual presente.

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