Editorial

Promisoria baja en el consumo de marihuana y alcohol

El número de consumidores de marihuana cayó en nuestro país, de un 14,5% de la población en 2016, a un 12,7% en 2018, la primera baja observada en casi una década, según el XIII Estudio Nacional de Drogas.

Por: Editorial Diario Concepción 13 de Diciembre 2019
Fotografía: Agencia UNO

En este medio, se ha expuesto en numerosos reportajes y entrevistas el problema creciente de consumo de substancias psicotrópicas, particularmente marihuana y alcohol, por parte de personas menores de edad, con cifras conocidamente alarmantes. Al mismo tiempo, se observa la paradójica situación que se produce cuando los riesgos se banalizan por aquellos que se supone deberían estar a cargo, como padres y otros adultos responsables.

Nuestro país ha estado exhibiendo, en las últimos años, cifras récord si se comparan con el resto de Latinoamérica. Con nuestros jóvenes liderando el consumo de marihuana y alcohol, no sólo en frecuencia y cantidad, sino, además, en la temprana edad de inicio, las noticias de una disminución en el uso de estas substancias resultan positivas y estimulantes para quienes piensan que no se debe bajar la guardia en el control de estas conductas de consumo.

Es precisamente esto lo que muestran las cifras entregadas por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del consumo de Drogas y Alcohol (Senda) en su último informe. Específicamente, el número de consumidores de marihuana cayó en nuestro país de un 14,5% de la población en 2016 a un 12,7% en 2018. Ello constituye la primera baja observada en casi una década, según el XIII Estudio Nacional de Drogas en población general 2018, el cual se ha venido realizando cada dos años desde el año 1994. Según Senda, “el descenso se podría explicar por una baja de consumo en mujeres”, que cayó del 10,6% en 2016 a un 7,4% en 2018, mientras que en el caso de los hombres tuvo una leve baja, del 18,4% a un 18,1%.

En un hallazgo particularmente relevante, la encuesta agrega que mientras en 2016 un 29,2% de la población percibía riesgo en el uso de marihuana, en 2018 subió a un 35,3%, es decir, un aumento en la percepción de los riesgos, factor que puede encontrarse fuertemente asociado con la disminución del consumo.

Por otra parte, el porcentaje de chilenos que beben alcohol descendió de un 46,0% a un 43,3% entre 2016 y 2018, en tanto que el consumo de tabaco bajó de 21,2% a 19,6% en el mismo periodo, situación que, según el director del Senda, reafirma el convencimiento de que las políticas públicas deben ser de largo aliento y con una dimensión de política de Estado. En la Región del Bío Bío, la prevalencia de consumo de alcohol bajó de 40,1% a 37,0% en el período 2017-2018 y el de marihuana, en el último año, de 10% a 8,3%.

Sin embargo, como una muy preocupante contraparte, se registra un alto consumo de marihuana en la población universitaria. De hecho, el estudio sobre dicho grupo, que se realizó en el año 2018, mostró que la prevalencia de consumo de esta sustancia en el último año fue de 49,5%, con un 55% en hombres y 44,4% en mujeres. Los datos muestran, además, un mayor consumo entre los 23 y 24 años, llegando a 57,5%.

A pesar de los esfuerzos interesados por definir el consumo de marihuana como recreacional, la evidencia terminará por establecer que su consumo debe ser restringido, sobre todo en la población de personas menores de edad, más todavía si su consumo se suele asociar con la ingesta de alcohol, con efectos negativamente sinérgicos, aunque varíen, según cada persona, el tipo de cannabis consumido, la graduación del alcohol y las cantidades de ambas substancias. En este contexto presentado, claramente la educación para elegir vivir sin drogas no puede desatenderse.

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