Editorial

El desfavorable escenario de los incendios forestales

Según los expertos, los pronósticos señalan para este verano un promedio de dos grados Celsius más alto que el promedio del verano pasado, con episodios de temperaturas muy elevadas.

Por: Editorial Diario Concepción 21 de Noviembre 2019
Fotografía: Referencial

A pesar de extraños episodios de clima frío para estas alturas del año, inexorablemente, el sol ha seguido en su habitual proceso con lo cual se acercan las altas temperaturas del verano y con ellas el aumento de los riesgos de incendio forestal, una condición que, por su regularidad, cada año marca más fuertemente el período estival.

Resulta absolutamente necesario retomar las llamadas de alerta, considerando que se sabe que es la propia acción humana la que suele provocar los incendios forestales, ya sea por imprudencia o intencionalmente, con posibilidades de llegar a consecuencias que, a lo mejor, ninguno de los hechores suele imaginar, al subestimar el poder del fuego.

Técnicamente, se ha descrito que las llamas sobre la superficie a ras de una zona arbolada pueden medir más de un metro y alcanzar temperaturas de 800 grados. Bajo condiciones extremas, un fuego da una energía de alrededor de 10.000 kilovatios por metro de superficie afectadas, es decir, llamas de cincuenta metros y temperaturas que sobrepasan los 1.200 grados. En esas mismas condiciones, la velocidad de propagación puede ser de más de cien metros por minuto, todo esto sin considerar el efecto acelerador y propagador del viento.

En lo que va de la temporada de incendios forestales, ha pasado relativamente inadvertido, según las estadísticas, que en nuestra región se han registrado 166 eventos en los que ha tenido que intervenir la Corporación Nacional Forestal (Conaf), cifra que implica un aumento del 200% respecto de la temporada pasada. A ello, se suma el hecho de que hemos perdido 204 hectáreas producto del fuego forestal, triplicando la cifra que se manejaba en el mismo periodo del año pasado.

Aunque esta cifra no se compare con los incendios forestales en Valparaíso, que ya han afectado 2.000 hectáreas, nos alerta la posibilidad concreta, en nuestro entorno inmediato que presenta áreas de conurbación rodeadas de plantaciones, de una clara amenaza a los residentes, toda vez que el pronóstico a largo plazo de la Conaf indica que factores como el cambio climático y la sequía pueden determinar que las condiciones sean más favorables para la ocurrencia de incendios forestales durante los próximos meses.

Según los expertos, los pronósticos señalan para este verano un promedio de dos grados Celsius más alto que el promedio del verano pasado, con episodios de temperaturas muy elevadas. Si a esto se agrega la sequía más severa de los últimos 50 años, que ha generado una condición fisiológica en los árboles de estrés severo, en la práctica, significa que cualquier chispa podría iniciar un incendio de grandes proporciones.

Las medidas que se han tomado son adecuadas. Para nuestra región, se cuenta con 265 brigadistas forestales que conforman 28 equipos de trabajos, los que se irán desplegando de manera paulatina a medida que avanza la temporada. Más de 40 personas se encuentran trabajando en prevención, en educación ambiental y capacitando a las comunidades para enfrentar una emergencia; por otra parte, de las 55 aeronaves con las que cuenta la Conaf para este temporada en el todo el país, 6 de estas tienen base de operaciones en Bío Bío.

Falta todavía hacer énfasis en el factor humano, la responsabilidad de cada uno de nosotros en disminuir las causas de riesgo o la vigilancia de las circunstancias que podrían resultar en una nueva y trágica conflagración.

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