Editorial

La obligación de proteger a los adultos mayores

Según el punto 9° de la Convención Interamericana de Protección a las Personas Mayores, suscrita por Chile, el Estado tiene el deber de asegurar el bienestar físico, económico y social de los adultos mayores. Sin embargo, muchos de los integrantes mayores de nuestra sociedad no tienen esa seguridad.

Por: Editorial Diario Concepción 25 de Septiembre 2019
Fotografía: Pexels

Las personas mayores, con números en aumento, es un problema, o un desafío, que todos los chilenos, y especialmente las autoridades políticas, tendremos que resolver de buena manera, ya que el descuido de las demandas crecientes de este colectivo no hará otra cosa que agravar  la situación y hacerla cada vez más compleja e inmanejable.

Los problemas asociados a los adultos mayores son en extremo numerosos y algunos de ellos no alcanzan a tener la visibilidad que debieran, como es el caso de maltrato de personas de tercera y cuarta edad. Según información reciente, en nuestro país, en el último año, aproximadamente una de cada 6 personas mayores de 60 años sufrió algún tipo de abuso en entornos comunitarios. La situación es aún más frecuente en circunstancias especiales, así, las tasas de maltrato a personas mayores en instituciones, como residencias de ancianos y centros de atención de larga duración, se elevan.  Se estima que en el último año dos de cada tres trabajadores de estas instituciones podrían haber estado involucrados en malos tratos, desde leves, a acciones que pueden resultar en lesiones físicas y prolongados maltratos psicológicos.

El maltrato de las personas mayores es un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, o la falta de medidas apropiadas para evitarlo, que se produce en una relación basada en la confianza. Este tipo de violencia constituye una violación de los derechos humanos e incluye el maltrato físico, sexual, psicológico o emocional; la violencia por razones económicas o materiales; el abandono; la negligencia; y el menoscabo grave de dignidad y la falta de respeto.

Esta circunstancia no es inusual, ha sido descrita como un problema importante de salud pública. Según un estudio de 2017,  basado en la mejor evidencia disponible de 52 investigaciones realizadas en 28 países de diversas regiones, incluidos 12 países de ingresos bajos y medianos, durante el último año , el 15,7% de las personas de 60 años o más fueron objeto de alguna forma de maltrato.

Para hacer las cosas más preocupantes, es muy posible que  este porcentaje representa una subestimación, ya que solo se denuncia uno de cada 24 casos de maltrato a personas mayores, en parte porque estas últimas a menudo tienen miedo de notificarlo  a sus familiares, a sus amigos o a las autoridades, ya que por su condición de dependencia podrían ver agravada su situación por la eventual respuesta negativa de sus cuidadores.

Según el punto 9° de la Convención Interamericana de Protección a las Personas Mayores, suscrita por Chile, el Estado tiene el deber de asegurar el bienestar físico, económico y social de los adultos mayores. En términos prácticos, muchos de los integrantes mayores de nuestra  sociedad no tienen  esa seguridad,  a las insuficiencias en los montos de las pensiones, se agrega la falta de cobertura para muchas otras necesidades.

Igualmente relevante, y posiblemente uno de los factores por los cuales se mantienen y aumentan las circunstancias negativas para los mayores, es la actitud de la sociedad misma, una cultura que desconoce el papel de éstos en el tejido social de las comunidades, tanto en sus competencias laborales y culturales, como en las redes afectivas de la familia.

No es por tanto solo una responsabilidad del Estado y sus instituciones, sino una obligación de todos y cada uno de nosotros.

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