Editorial

Oportunidades ante la actualización del Plan Regulador Comunal

Se está ante un desafío, pero sobre todo ante una oportunidad de hacer las cosas bien, con respeto al pasado y también con proyección de futuro. La clave está en desarrollar una propuesta participativa, pero pensando en el Concepción de 30 y hasta 50 años más.

Por: Editorial Diario Concepción 01 de Septiembre 2019
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

La actualización del Plan Regulador Comunal (PRC) está ocupando parte de la agenda de las organizaciones ciudadanas, gremios, académicos, colegios profesionales, vecinos y de todo aquel interesado en hacer de Concepción una mejor ciudad para vivir. Como en cualquier debate, se contraponen visiones, se plantean modelos, se buscan soluciones y se definen prioridades. Cosa nada fácil, pues qué se entiende por una mejor urbe es una interrogante vasta y subjetiva.

El proceso debe sellarse en un año y medio más, pero el debate se adelantó después que el municipio penquista solicitara incorporar en él una consulta ciudadana, que espera pueda aplicarse antes de fin de año. Si bien se han desarrollado talleres de conversación con representantes de distintos grupos, cabe preguntarse si la ciudadanía tiene la información suficiente para opinar en un plazo tan acotado sobre un instrumento de naturaleza técnica, compleja y multivariada.

El municipio ha informado que el proceso gravitará en torno a alturas máximas de construcción, de acuerdo a una zonificación en el perímetro céntrico. Una inquietud que ya se ha planteado mediante plebiscito en comunas residenciales del sector oriente de Santiago y que, por otro lado, tiene en el caso de los llamados “guetos verticales” de Estación Central un demonio al que exorcizar.

Estarían quedando fuera de la consulta otros temas relevantes, como el transporte, las áreas verdes o el desarrollo de los barrios en la periferia. Ello sin contar que el área de expansión de Concepción hoy llega apenas a 400 hectáreas.

Es cierto que para quien viva en casa no da lo mismo que se construya un edificio de altura en el terreno contiguo, tal como es natural que uno se incomode cuando en una playa otro bañista se instala con su toalla a nuestro costado. No obstante, y tomándose de esa analogía, es importante tener en cuenta que para construir una urbe integradora es clave ponerse en el lugar de todos los que la habitan y no solo en el de aquellos que añoran el Concepción de antaño, como también que la realidad de la Región Metropolitana es muy distinta a la local.

Esta comuna es la base de una ciudad universitaria y principal centro de servicios para Talcahuano, Hualpén, Chiguayante, San Pedro de la Paz, Coronel, Penco y Tomé. Si el debate técnico y la opinión vecinal se restringen a recortar la altura máxima de los edificios, en el mediano plazo se enfrentará otro problema, que es la disminución de la oferta habitacional céntrica y el consecuente aumento en los precios de venta y arriendo. ¿Podrán los estudiantes y trabajadores jóvenes pensar en vivir en el centro ante un escenario así?

Si observamos los procesos de modificación del PRC, ésta vendría a ser la número 15 desde el año 2004, lo que da un promedio de una actualización al año. Se echa de menos, entonces, un proceso con visión de largo plazo. Es importante que todos entiendan y asuman que se está ante un desafío, pero sobre todo ante una oportunidad de hacer las cosas bien, con respeto al pasado y también con proyección de futuro. La clave está en desarrollar una propuesta participativa, pero pensando en en Concepción de 30 y hasta 50 años más, con más habitantes, mayor diversidad demográfica y necesidades distintas a las que se tienen hoy.

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