Las cifras positivas son reales, pero la delincuencia muestra otras facetas preocupantes. Si bien es cierto, los datos del gobierno muestran bajas, estas todavía están por encima de las de hace algunos años.
Algo sucede cuando las cifras duras no terminan de convencernos, su simple exhibición debería terminar con la polémica. Los números, por lo general, hablan, pero no siempre, así se explica la persistencia de la duda a pesar de la información relativa a seguridad ciudadana en nuestro país, que muestra una clara, aunque discreta, disminución en el índice de victimización de los hogares.
En efecto, al presentarse la última Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (Enusc) correspondiente a 2019, se observa que las viviendas que han sufrido algún delito de mayor connotación social presentan una baja de 2,6 puntos porcentuales, pasando de 28,0% en 2017 a 25,4% en 2018, lo que rompe la tendencia al alza que se venía registrando desde 2014. En números absolutos, la variación observada, descrita como estadísticamente significativa, informa que durante 2018, 129.848 hogares dejaron de ser víctimas en comparación a 2017.
Respecto a la percepción de inseguridad, la cifra disminuyó en cuatro puntos porcentuales durante el 2018, lo que significa que 526.773 personas dejaron de considerar que la delincuencia en Chile aumentó en relación al año anterior. Por otra parte, también se informa que el año pasado el 35% de los hogares victimizados denunciaron al menos un delito de mayor connotación social. Al compararlo con igual cifra del año anterior -38,5%- resulta una disminución de 3,4 puntos porcentuales.
Reducciones parecidas se observan igualmente en una serie de otros indicadores, así ocurre con el temor de ser víctima de un delito; el 38,1% de los entrevistados cree que será víctima de un delito en los próximos 12 meses, siendo el menor porcentaje de la serie desde 2012, lo cual representa una disminución de 1,2 puntos porcentuales respecto al 2017 (39,3%). El 2018, 158.032 personas dejaron de creer que serán víctima de un delito en los próximos 12 meses.
La percepción de inseguridad también cayó en 4 puntos porcentuales, el número de personas que creen que la delincuencia aumentó en el país, pasando de un 80,8% en 2017 a un 76,8% en 2018. Así, el año pasado 526.773 personas dejaron de considerar que la delincuencia aumentó en Chile, en relación a 2017.
Otro indicador interesante, aunque con ambigua significación, es la denuncia de los de los hogares victimizados, en este caso, el año pasado, el 35,1% de los hogares victimizados denunciaron al menos un delito de mayor connotación social, bajando desde un 38,5% en 2017, es decir, una disminución de 3,4 puntos porcentuales. El dato a tener en cuenta es que las personas se inhiben de denunciar, por diferentes motivos, más la percepción de desigualdad de trato, que hay sectores de la población que son más protegidos que otros.
Todas estas cifras son reales, pero la delincuencia muestra otras facetas preocupantes; violencia extrema, armas con alto poder de fuego, bandas organizadas, organizaciones para el tráfico de drogas y frecuente participación de menores.
Si bien es cierto, las cifras del gobierno demuestran bajas , estas nuevas cifras todavía están por encima de aquellas que como país mostrábamos en 2012- 2014. No es todavía el momento de mostrar resultados felices, para una parte importante de la ciudadanía este problema sigue plenamente vigente y en amenazante evolución.