Editorial

La carta de navegación para el desarrollo regional

La descentralización es una utopía si no preexisten fuerzas regionales bien organizadas, conscientes y gravitantes, resueltas a poner en acción la capacidad de influir en las decisiones nacionales.

Por: Editorial Diario Concepción 15 de Agosto 2019
Fotografía: Raphael Sierra P.

Aunque que no siempre en los titulares, la Corporación para la Regionalización del Bío Bío no ha dejado de estar trabajando, con variaciones de énfasis ante cambios de coyunturas políticas que imprimen a tales esfuerzos diferentes grados de prioridad, sin embargo, lo que prevalece es el compromiso y la voluntad de hacer una mejor región. En un encuentro reciente, se ha dado a conocer los ejes y proyectos regionales en el contexto de la Estrategia Regional de Desarrollo.

En términos sencillos, esa estrategia es el instrumento de largo plazo que define, en el sentido más amplio, cómo se logrará el desarrollo de la Región y dónde estarán puestos los acentos que darán pie a dicho progreso. El informe, con el denominador Avances Actualización Instrumentos de Planificación, de la División de Planificación y Desarrollo Regional, del Gobierno Regional de Bío Bío, entregado en esa oportunidad, refleja la participación de numerosos colectivos provinciales en talleres al efecto: 126 participantes de la Provincia de Arauco 216 participantes de la Provincia de Bío Bío y 92 participantes de la Provincia de Concepción, con un 88% de representatividad territorial a nivel regional.

Se ha propuesto como objetivo contribuir al bienestar de todos los habitantes de la Región, promoviendo condiciones de equidad, seguridad, vida digna y cuidado medioambiental, con énfasis en la inclusión social y la integración de territorios rurales y, en particular, asegurar condiciones sociales favorables e inclusivas a toda la población regional, fortalecer la participación de los jóvenes en el desarrollo regional e incorporar plenamente al desarrollo los territorios que presenten desventajas relativas.

La carta de navegación es muy amplia, tanto como la diversidad de asuntos que deben ser atendidos para asegurar el adecuado ritmo de progreso regional, que durante largos años presenta una insatisfactoria curva de crecimiento, teniendo a la vista sus evidentes potencialidades.

Se definen, así, tres ejes y proyectos estratégicos para la Región que apuntan primero a la Infraestructura y conectividad, la ciencia, tecnología y capital humano, en segundo lugar, y en tercer lugar, pero no al último, a la energía, medio ambiente y territorio, para hacer realidad lo dispuesto en la ley 21.074 de fortalecimiento de la regionalización del país.

La lectura in extenso del documento deja en evidencia la enorme tarea que se tiene por delante, la magnitud del compromiso que requiere, la advertencia de José Luis Cea, en el documento Todo Chile es Chile, de la Cumbre de las Regiones en 2012, es particularmente relevante, la regionalización es una utopía si no preexisten fuerzas regionales bien organizadas, conscientes y gravitantes, resueltas a poner en acción la capacidad de influir en las decisiones nacionales.

Las oportunidades están en nuestra región, sus recursos permiten aspirar al cumplimiento de todas las metas propuestas, sus potencialidades son reales y no el fruto de aspiraciones voluntariosas, la principal barrera está en la limitada unidad de propósito de sus actores relevantes, en parte distraídos por otras metas más próximas o particulares, retomar este impulso es una nueva convocatoria para engrandecer nuestra región, mejorar sus interacción sinérgica con otras regiones y contribuir significativamente a un desarrollo más equitativo del país.

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