El proyecto de construcción de este nuevo viaducto para el paso del ferrocarril, con una inversión estimada de 220 millones de dólares, representa un hito esencial para lograr el objetivo de aumentar a 20 millones de pasajeros por año.
No han faltado las opiniones que rotulan a los proponentes de ferrocarriles para nuestro país como traficantes de nostalgias. Sin embargo, el ferrocarril tiene mucho que ofrecer, con los cambios y evoluciones que en todos estos años ha experimentado, justamente en aquellas naciones que no se dejaron encandilar por otras modernidades sin considerar aspectos ambientales u otras marginalidades altamente preocupantes.
Este modo de transporte, tanto de pasajeros como de carga, se presenta como una vigorosa alternativa para impulsar el desarrollo, a los argumentos que se han esgrimido para darle a los ferrocarriles un nuevo impulso, se puede agregar las acciones que por sí mismas dejan en claro que no se trata de especulaciones voluntariosas, teniendo a la vista lo cuidadoso de su planificación y la magnitud de los recursos comprometidos para construir nuevo puente ferroviario sobre el río Biobío,
En efecto, la Empresa de los Ferrocarriles del Estado ingresó al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto de construcción de este nuevo viaducto, que considera una nueva estructura de alto estándar para el paso del ferrocarril, con una inversión estimada de 220 millones de dólares. Se considera que esta obra representa un hito esencial para lograr el objetivo de aumentar a 20 millones de pasajeros por año y permitirá reducir los tiempos de viaje entre Concepción y Coronel.
El nuevo puente, que reemplazará al actual, que data de 1889, tiene una extensión de 1.8 kilómetros, con dos vías electrificadas para el uso de trenes de carga y pasajeros, lo que permitirá mejorar los accesos y aumentar la frecuencia del Biotrén, al mismo tiempo que viabilizar los proyectos de expansión de los servicios de pasajeros en el Gran Concepción hacia Lota, Penco y una tercera vía hacia Hualqui.
Será seguramente un nuevo referente regional con diferentes elementos arquitectónicos que le darán un valor agregado, en los términos del presidente de la Empresa de Ferrocarriles del Estado; la obra no sólo se diseñó en base a la ingeniería, sino que también se privilegió el diseño según las características del entorno del río.
Como referencia para el impacto de esta nueva obra, hay que recordar que el actual y viejo puente ferroviario cuenta con una vía electrificada que opera a plena capacidad ya que debido al importante incremento en el transporte de pasajeros de Biotrén, llegó a 1,1 millones de usuarios durante el primer trimestre de este año, es decir un aumento de 25% en comparación con el mismo período del año pasado.
Hay todavía mucho potencial de crecimiento para el transporte de carga, en nuestra región el ferrocarril moviliza el 50% de la carga que sale y llega a los puertos, lo que actualmente llega a 4,8 millones de toneladas anuales, una cifra que se espera aumente a 6,7 millones una vez que el nuevo puente esté operativo.
Los resultados del nuevo puente ferroviario, darán seguramente un impulso a este modo de transporte, harán palpable el significado de los avances tecnológicos de este medio, tanto para la carga como para las personas, la vieja deuda de Chile en cuanto a la red ferroviaria puede cumplirse una vez que sea restablecida, con otras vías, con otros equipos, eficientes, cómodos, seguros y ambientalmente amables, uniendo nuevamente a las ciudades y pueblos de nuestro país.