Editorial

El valor de la integración social en los planes urbanos

Una sociedad que evoluciona y que ha detectado inaceptables discriminaciones, la creación de enclaves por grupos que terminan por conformar una ciudad con segmentos blindados para los demás, perdida la concepción real de urbe.

Por: Editorial Diario Concepción 23 de Diciembre 2018
Fotografía: Carolina Echagüe M.

Todas las situaciones tienen un límite natural, el de la tolerancia, aun claros despropósitos no llegan a detenerse sino hasta que esta última se alcance, entonces, de modo generalmente desproporcionado, la situación en cuestión es interpelada, criticada y puesta en el foco de la crítica más severa. Ocurrió de esa manera con los gettos verticales, un descriptor que permitió verificar una vez más que la palabra puede más que la espada.

A partir de ese punto, todos los edificios de altura casi infinita, con un número de indeterminado de cubículos habitacionales, más que departamentos, fueron sometidos a revisión, los proyectos impulsados aprovechando intersticios reglamentarios fueron llevados a un nuevo y diferente pizarrón.

El actual ministro de Vivienda y Urbanismo, ante la perspectiva del cambio de denominación de la cartera, ha hecho declaraciones que sirven para poner en el escenario de la opinión pública el valor de la integración social en los planes urbanos. Así, el proyecto de ley de Integración Social y Urbana, busca transformar al actual Minvu en Ministerio de Ciudad y Vivienda, con el primer desafío de salir al paso de la crítica en el sentido de que no se trata de un cambio cosmético, de un título más eufónico, sino de una modificación estructural en el modo de hacer ciudades en Chile, para darle relevancia a la planificación, a la ciudad, a la integración y a la equidad territorial.

Para mejor actuar, aunque actualmente el ministerio tiene la facultad para modificar, en casos excepcionales, los planos reguladores, el nuevo tendrá, en ese sentido, mayores atribuciones, aunque la planificación territorial está entregada en forma importante a las comunas y a los gobiernos regionales igualmente y para fomentar e incentivar la integración social en una determinada área, el ministerio podría cambiar las normas urbanísticas de ese particular sector.

La transformación importante se centra en los objetivos y las facultades del ministerio en materia de vivienda donde tienen que estar presentes los conceptos de integración, ciudad y planificación. El ministerio tenía por propósito entregar soluciones habitacionales a las familias, un objetivo principal, pero que relegaba la planificación de las ciudades, pensarlas para el futuro, que también contiene una sociedad que evoluciona y que ha detectado inaceptables discriminaciones, la creación de enclaves por grupos que terminan por conformar una ciudad con segmentos blindados para los demás, perdida la concepción real de urbe.

Está en el escenario seguir extendiendo la ciudad, a otros espacios, cuyo uso puede ser agrícola o recreacional, seguir alejando viviendas para dar cabidas a nuevos pobladores, lo cual por supuesto conlleva compromisos dignos de consideración en trasporte y servicios, mientras vastas áreas centrales permanecen vacías, porque su rentabilidad sólo se establece con enormes edificios, la ciudad determinada por la ley del mercado, como si fuera esa consideración la única, situación que no resiste análisis.

Tiene que haber una respuesta en otra parte, que permita usar los terrenos de la ciudad para todos, con proyectos se hagan de buena manera, que aporten al entorno, en equilibrio la densificación con la escala humana, gestiones edilicias o del Ministerio aludido para hacer una ciudad donde pueda vivir toda la gente interesada en trabajar por hacerla mejor.

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