Chile ostenta registros en esta materia que establecen tristes récords regionales y mundiales. Según la última Encuesta Nacional de Salud, el 3,2% de la población del país es obesa mórbida, el triple que hace 15 años.
Es una realidad que se resiste al cambio, la obesidad es causa cierta de un número considerable de patologías graves e inhabilitantes, un riesgo severo de mortalidad prematura y un factor importante de deterioro de la calidad de vida, sin embargo, no hay indicios que esta evidencia impacte de modo efectivo a la conciencia de las personas.
Para empeorar la situación, Chile ostenta registros en esta materia que establecen tristes récords regionales y mundiales. Según la última Encuesta Nacional de Salud, el 3,2% de la población del país es obesa mórbida, el triple que hace 15 años, siendo el grupo entre 30 y 49 años es el que muestra la mayor prevalencia, así, el 4,9% de este segmento de la población se encuentra en esta categoría extrema de peso excesivo.
En el año 2003, cuando se realizó la primera Encuesta Nacional de Salud, el 61% de la población mayor de 17 años tenía exceso de peso, es decir, sufría sobrepeso, obesidad o eran obesos mórbidos. Este último grupo representaba al 1,3% de la población, unas 148 mil personas. Catorce años después, el 74% de la población tiene exceso de peso y 470 mil viven con obesidad mórbida, es decir el 3,2% del total la población.
Para los investigadores del Instituto de Nutrición y Alimentos (Inta) de la U. de Chile, este incremento de la obesidad mórbida es un fenómeno nuevo en el país y está asociado a una significativa carga de enfermedad y altísimos costos para los sistemas de salud, acotan que en la década de los 80 la prevalencia de sobrepeso y obesidad era muy baja en Chile y no existían los obesos mórbidos, a diferencia de lo actualmente ocurre.
Hace pocos días, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), publicó un informe que sitúa a Chile como el país con el índice de obesidad más alto de toda Sudamérica entre las mujeres. Según aquel organismo, el 31% de la población femenina de Chile, mayor de 18 años, presenta algún índice de obesidad, vale decir, 3 de cada 10 mujeres chilenas son obesas. Solo un poco por debajo de esas cifras se ubica la población masculina, con un índice de obesidad que llega al 24,9%, ocupando el segundo lugar a nivel sudamericano.
En situación parecida se encuentran los niños y niñas menores de 5 años. Nuestro país presenta una de las mayores tasas de sobrepeso infantil en América Latina y el Caribe, con un 9,3% de obesidad, superando incluso el promedio de la región (7,3%) y también el mundial (5,6%). En el otro extremo etario los más afectados son los que tienen entre 50 y 64 años, donde el exceso de peso alcanza 85,3%, un aumento notable relativo a las encuestas anteriores.
La conclusión de los expertos es que el cambio en los patrones alimentarios con preferencia en productos con alto contenido en grasa, azúcar y sal, es una de las principales causas de las altas cifras de sobrepeso y obesidad que presenta la población, aludiendo de modo muy tangencial que tales prácticas están asociadas al nivel socioeconómico y cultural de las personas, ya que se trata no solo de recursos para adquirir alimentos saludables, sino de las motivaciones culturales para cambiar a un patrón de alimentación más adecuado. Los fracasos en las campañas para reducir estas cifras alarmantes bien podrían continuar sin resultados satisfactorios si no se toma en consideración esas últimas fuertes determinantes, operando en una sociedad inequitativa.