Editorial

Exigencias y desafíos de la densificación urbana

Por: Editorial Diario Concepción 27 de Septiembre 2018
Fotografía: Carolina Echagüe M.

Las municipalidades tienen sobre sí una enorme responsabilidad, ya que poseen los instrumentos para de alguna manera controlar lo que pasa con el diseño de las ciudades. Las grandes obras edilicias traen honor y reconocimiento a los alcaldes que las propician, y del mismo modo, oprobio para aquellos que permitieron que estas no se hicieran o se hicieran del peor modo. Hay ejemplos de ambas circunstancias, obras coronadas con el nombre de quien se esforzó por llevarlas a buen término y otras señaladas interminablemente como un ejemplo de lo que no puede volver a ocurrir.

La ciudad de Concepción se encuentra en esa encrucijada; como encontrar un justo equilibrio entre lo que se puede hacer y lo que se debe, ya sabemos que se puede hacer cualquier cosa, provista una batería de argumentos correctamente alineados, pero no siempre se debe hacer, citando otros argumentos deliberadamente ignorados, u ocultos por la opción anterior.

Por una parte, existe una realidad innegable, el valor del suelo urbano de Concepción se ha duplicado en los últimos 10 años, el past president de la Cámara Chilena de la Construcción Concepción describe un aceleramiento de la tendencia y alude un aumento de 142% del valor del suelo urbano de algunos sectores de Concepción en los últimos cinco años, siguiendo una tendencia mundial a la que no es ajena la capital regional del Bío Bío.

La realidad, también, indica que no hay disponibilidad de nuevo suelo urbano en Concepción, por lo tanto, es evidente que el terreno que existe, en zonas urbanas destruidas por los terremotos y que aún permanecen como sitios vacuos, como los terrenos ahora ocupados por construcciones antiguas o ruinosas, tienen valores que van siempre al alza, del tal manera que casas perfectamente habitables resultan de un valor muy inferior al terreno que ocupan.

Las soluciones entregadas por expertos y protagonistas, teniendo en cuenta el aumento sostenido de la demanda, pasan por la densificación en altura e instrumentos que la propicien, además de revisar los actuales límites urbanos, lo cual parece ser la única fórmula para hacer frente a la elevación de valores de los terrenos. Una situación que se refleja en la oferta actual del Gran Concepción desde el punto de vista de vivienda, el 70% son en altura y un 30% unifamiliar, lo que obedece no sólo a la demanda, sino por la oferta, ya que existen pocos terrenos para construir estos últimos conjuntos habitacionales.

La visión de la ciudad del futuro es básicamente densa, el mayor número de personas por unidad de superficie, tendencia que en sus inicios se expresó en el tamaño de los habitáculos, para entrar de lleno a la fase de muchas unidades habitacionales en megaconstrucciones que permiten liberar las periferias de las ciudades, disminuyendo eventuales impactos ambientales y haciendo accesibles servicios, como el comercio, escuelas u hospitales. Pero también en ese futuro está la posibilidad de hacer más habitable cada espacio, el control de temperatura, ruido y atmósfera, una posibilidad cada vez más cercana con nuevas tecnologías.

Sin embargo, lo que no puede obviarse es el uso humano, inteligente y creativo del espacio, para hacer compatibles las limitaciones territoriales con la estética, con las áreas verdes tanto como los espacios públicos. Ese futuro está en las manos de quienes hoy toman las decisiones y en la ciudadanía que les observa.

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