Editorial

Medición de calidad de la vida urbana

Por: Editorial Diario Concepción 08 de Septiembre 2018
Fotografía: Archivo | Diario Concepción

La Cámara Chilena de la Construcción  y sus equipos técnicos han desarrollado una importante tarea para documentar realidades que, propias de su muy amplio espectro de acción,  bien podría domiciliarse en el marco de la infraestructura nacional.  Las propuestas están principalmente centralizadas en las personas, los eventuales usuarios de las obras, de tal modo que mediante la correcta evaluación de los resultados se pueda avanzar en la construcción de un mejor país.

En lo concerniente a las ciudad, esta organización ha venido auscultando los factores que determinan las características deseables de las urbes. En ese sentido resulta muy pertinente revisar algunos aspectos de su último informe, bajo el título de Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU- 2018), según las condiciones de vida generadas por las actuaciones y dinámicas de transformación del espacio urbano de los actores públicos, privados y la sociedad civil, por lo tanto, la calidad que se genera a través de un polinomio de agentes y que no resulta atribuible a la sola acción de las autoridades o determinados organismos.

Los factores medibles para el cálculo de puntaje de calidad de vida urbana contemplan;  Vivienda y entorno condiciones socioculturales,  Salud y medio ambiente,  Ambiente de negocios, Conectividad y movilidad y Condición laboral, los datos así obtenido reflejan dos realidades; la primera es la mayor proporción de comunas con los más altos puntajes en la capital, en segundo lugar, aunque no se analiza con mayor detalle, es que las ciudades más grandes de regiones resultan mejor ubicadas, lo que podría representar centralismo en un segundo nivel.

Así, solo 17 de las 93 comunas del país con más de 50.000 habitantes se ubican en el rango superior de calidad de vida urbana, de esas 17 comunas, en las que residen casi 2.900.000 personas, ocho están localizadas en la Región Metropolitana, mientras que las nueve restantes corresponden a comunas de regiones: Punta Arenas, Coyhaique, Valdivia, Viña del Mar, Concepción, Machalí, Talca, Los Andes e Iquique.

La observación general de los autores del trabajo es que ha mejorado la calidad de vida urbana en comunas de regiones, especialmente en lo que dice relación con condiciones socioculturales y laborales, aunque todavía tienen importantes brechas en dimensiones como ambiente de negocios y salud y medio ambiente.

Por primera vez,  se ordenó a las 93 comunas según su gasto municipal total por habitante, lo que permite observar que existen comunas que han logrado posicionarse en el rango superior de calidad de vida urbana, pese a contar con un presupuesto relativamente menor, así es el caso de nuestra ciudad que dispuso para el período 2014-2016, un monto inferior a $ 200.000 por habitante, en contraste con comunas como Providencia, Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea, también  ubicadas en el rango superior de calidad de vida urbana, con un presupuesto anual promedio por habitante superior a $600.000. Lo cual se refleja en las brechas señaladas anteriormente y un mayor nivel de fragilidad de los avances logrados, ya que hay implícitos costos añadidos de mantenimiento que deben agregarse a los presupuestos disponibles para satisfacer necesidades pendientes.

Cada penquista sabe lo que hace falta, también las autoridades, solo que en silencio y pasivamente no habrá modo de salir de esta resignada mediocridad.

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