En la compleja sociedad que vivimos es difícil hacerse cargo de todo lo que sucede simultáneamente, sobre todo frente a colectivos que parecen haber descubierto la eficacia de ocupar destempladamente todos los espacios, incluso aquellos que se supone abiertos para un eventual diálogo. En esas circunstancias es posible que no se preste atención a otros asuntos, importantes y graves, como son situaciones de salud que han sido desplazadas en la atención de los medios, sucede así con VIH y las infecciones de transmisión sexual (ITS), cuyo aumento ha pasado mayormente inadvertido.
En un reciente informe de la subsecretaría de Salud Pública ante la Comisión homónima del Senado se revela que, a nivel nacional, cinco mil personas han sido diagnosticadas como portadoras del VIH que no están recibiendo tratamiento, las cifras en sí mismas son preocupantes, por el solo número de afectados, pero la situación más grave es la confirmación del incremento del número de contagios en un 96%, en los últimos siete años, al pasar de 3.471 en 2011 a 5.816 el año pasado.
Las circunstancias regionales no son diferentes en cuanto a la magnitud del problema. Según datos proporcionados por el Servicio de Salud de Concepción, en cinco años, hasta abril de 2017, se notificaron un total de 1.443 casos nuevos de VIH, principalmente en hombres entre los 20 y 29 años, siendo este grupo el que a la fecha concentra la mayor cantidad de casos, con un alza 48,1% por cada cien mil personas de esa edad en el año 2016, grupo que, además, muestra una leve tendencia al alza, seguido por los de 30 a 39, con una tasa acumulada de 28,9% en el mismo año.
La Provincia de Concepción, por su parte exhibe una tasa de mortalidad que sobrepasa la media regional en la mayoría de los años de estudio, siendo para el último, tasas de 0,75 y 2,11 por cien mil habitantes respectivamente, en este colectivo, el laboratorio del Hospital Guillermo Grant Benavente al año procesa más de 16 mil exámenes de VIH, provenientes de la red asistencial del Servicio de Salud Concepción, sólo al 2017 el 0,9% de los exámenes procesados arrojaron serología positiva con un aumento de 0,26%, respecto al año anterior.
Con respecto a la población en control del síndrome, la cifra ascendió a 1.209 personas a diciembre del año pasado, donde un 87% corresponde a hombres versus un 13% de mujeres portadoras. Particularmente preocupante resulta observar que, en cuanto a los menores de 18 años, desde el 2014 a la fecha ha habido un importante aumento de 10% anual de casos confirmados y en tratamiento, siendo un 82% de los casos por transmisión vertical, es decir por transmisión del virus de una madre seropositiva al niño durante el embarazo, parto, o por medio de la lactancia, y un 18% por vía sexual.
La estrategia en desarrollo para detectar la enfermedad incluye operativos comunales de toma espontánea de examen de VIH, operativos para facilitar el acceso a la toma de VIH y jornadas de promoción, y prevención de VIH/Sida e ITS, iniciativas indispensables, pero subdirector de Gestión Asistencial del Servicio de Salud Concepción, hace una indicación que resulta de mucha mayor proyección y eventual impacto; “mantenemos el énfasis en fomentar el auto cuidado de la población”, ya que en el fondo lo que hace falta es un cambio de mentalidad en cuanto a la conducta sexual responsable.