Editorial

A la defensa de los árboles urbanos

Por: Editorial Diario Concepción 25 de Mayo 2018
Fotografía: Raphael Sierra P

El comentario de un arquitecto capitalino es aplicable a casi todos los sectores urbanos chilenos; la riqueza y la pobreza de los sectores residenciales se puede asociar a la calidad, tamaño y cuidado de sus espacios públicos, especialmente, por la presencia de áreas verdes. Las atractivas y amplias arboledas, y bien cuidados parques y plazas de los sectores más acomodados, y el aspecto desértico y un uniforme de aquellos más modestos. Árboles o no árboles, esa parece ser la cuestión.

Por cierto, que hay factores culturales en el respeto y valoración de los árboles, para apreciar, o no, su condición de ser vivo, cuya presencia es fundamental para muchas formas de equilibrio ambiental, como regulador de temperatura, como proveedor de oxígeno, como hábitat de insectos y pájaros, en una red de interacción biológica que superficialmente parecería insignificante para algunas inmobiliarias o planificadores urbanos que ven este recurso como molestias desechables.

El otro aspecto de esta falta de valoración es la poda indiscriminada, peor todavía, la poda ignorante, aquella que se efectúa sin conocimiento alguno de que se está haciendo, salvo despejar, sin otra consideración, para dar paso a marañas de cables, mutiladores expeditos de árboles, convirtiéndolos en muñones de aspecto patético.

Es muy alentadora y ciertamente digna de réplica, la actitud de un colectivo de ciudadanos que se han movilizado para defender los árboles urbanos de podas radicales, esta iniciativa toma la forma de grupos de vecinos organizados para reclamar a los municipios y apoyar una ley que proteja el arbolado de las ciudades. Utilizando las redes sociales. Se ha creado un grupo de Facebook “En defensa del árbol urbano”, que suma casi cinco mil miembros, y del Twitter @amoarbolurbano, con cerca de cuatro mil seguidores, con el propósito crear conciencia sobre los beneficios de los árboles que pueblan las ciudades.

Entre los seguidores se encuentra ciudadanos de comunas y ciudades como Quilpué, San Pedro de la Paz, Coronel, Talcahuano, Cerrillos o Chillán, quienes tuitean fotos de árboles mutilados, con ramas truncas, copas sacadas de cuajo, troncos convertidos en postes vivos y muñones desde donde brotan unas pocas ramas. De parecida manera actúa el perfil de Facebook “Unidos por la ley del árbol urbano” y @Leyarbolurbano en Twitter; que encabeza la ingeniera forestal Cecilia Benavides, una de las 17 organizaciones ciudadanas -desde La Serena a Temuco- que formaron la Red Nacional en Apoyo a la Ley de Arbolado Urbano, con vínculos internacionales.

La excusa suele ser que los árboles están enfermos o debilitados o peligrosos, por lo tanto, estos grupos han solicitado a las municipalidades información más detallada sobre informes fitosanitarios o de tasas de accidentes por caídas de árboles que avalaran las podas radicales, la cual ha sido considerada insuficiente o evasiva.

Se requiere reactivar el proyecto de Política de Arbolado Urbano, que desde que se presentó al Ministerio del Medio Ambiente, en 2015, no ha avanzado, hay que volver a enfatizar que no se trata de estética, ni de sencillamente embellecer los espacios públicos, se trata de dar a la naturaleza una oportunidad y de paso mejorar la calidad de vida de las personas, introducir una cultura de respeto a la vida que suele ser subestimada, un concepto que debería estar fuertemente presente en los planes de desarrollo urbano.

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