Editorial

Insoportables cifras chilenas de maltrato infantil

Por: Editorial Diario Concepción 02 de Mayo 2018
Fotografía: Contexto | La Tercera

A mediados de la semana recién pasada, se conmemoró en diferentes ámbitos y contextos, el Día Internacional de la lucha contra el Maltrato Infantil, creado para fomentar los derechos de los niños a nivel mundial y para concientizar sobre las graves consecuencias que puede traer la agresión a los menores. Posiblemente, no muchos ciudadanos comunes se dieron el tiempo para poner atención a este acontecimiento, desplazado, como suele suceder, por eventos de mayor impacto mediático, salvo la ocurrencia de hechos horribles, que vuelven a poner en evidencia la desidia o la indiferencia.

En una entrevista a la oficial de Desarrollo Infantil Temprano de Unicef, Patricia Núñez, se hizo entonces una revisión somera, sobre el estado de esta situación en la realidad chilena, muy útil a la hora de discutir las diferentes iniciativas que en este momento ocupan la agenda parlamentaria y gubernamental relativas a la protección de la infancia, dados los conocidos y lamentables altos índices de maltrato a los niños. Según los datos que provienen de estudios de la Unicef, en Chile el 73,6% de los niños y niñas recibe algún tipo de violencia de parte de sus padres, uno de ellos o los dos. Cifras altísimas que tienen más impacto si se asocian al otro dato, que se refiere a la violencia física grave, que el 26% de los niños siente haber sufrido, la organización concluye que en nuestro país la violencia hacia los niños o niñas es una práctica frecuente.

Además de las cifras, resulta particularmente preocupante, de algún modo indicativo de un problema profundo en la sociedad chilena, que esta situación se manifiesta transversalmente, en todos los niveles socioeconómicos. En el nivel socioeconómico alto es mucho más frecuente que los padres maltraten psicológicamente a sus hijos, aunque también los castigan físicamente. En el estrato socioeconómico bajo, los casos de violencia física leve y grave son más frecuentes.

Las consecuencias del maltrato infantil se hacen visibles a mediano y largo plazo en el desarrollo psicosocial y físico de las personas. Es probable que detrás de problemas de aprendizaje, de comportamiento y agresividad se escondan situaciones de maltrato físico, abuso y/o abandono. Los daños emocionales causados a temprana edad pueden significar marcas indelebles. Un niño maltratado podría llegar a ser un adulto maltratador y violento, con lo cual reproduce la violencia física o psicológica hacia sus parejas o en sus propios hijos, estableciendo un interminable circulo vicioso que es imprescindible detener.

Se está buscando soluciones institucionales para un colectivo de infancia desprotegida y vulnerable, pero, además, toda la sociedad chilena tiene tareas globales que enfrentar para que las familias puedan disponer de los tiempos y los medios para cuidar y educar a sus hijos, o los mismos adultos tienen que ser objeto de apoyo para resolver esta situación en su entorno inmediato.

Hay, como resulta evidente, tareas complejas, estructurales y a largo plazo, pero también hay una oportunidad de hacer las cosas, en la presente realidad. Es imprescindible poner el tema en la agenda pública y esto puede ser a través de campañas para prevenir, completas, permanentes y reiterativas, un problema como este no se resolverá, mediante mediáticas conmemoraciones del día del niño o declaraciones de buenas intenciones sobre medidas que no terminan de concretarse.

Etiquetas