Editorial

La reacción pendiente ante el consumo de drogas en adolescentes

Por: Editorial Diario Concepción 30 de Enero 2018
Fotografía: Cedida

Si bien es cierto ha habido por parte del gobierno saliente numerosas declaraciones y la esperable producción de documentos sobre la materia, el problema de consumo de drogas por los adolescentes chilenos no ha tenido al frente una postura decidida y antagónica. Fuera de la consideración políticamente correcta de poner este asunto en la lista de las situaciones que deben ser controladas, para efectos prácticos, todo sigue como está, o peor que como estaba. El problema del abuso de sustancias psicoactivas especialmente en niños y jóvenes ha alcanzado un punto tal que  debería llamar fuertemente la atención de la sociedad en su conjunto. Los datos estadísticos a nivel mundial son cada vez más dramáticos. La edad de inicio en el consumo de drogas es cada vez más temprana, se ha determinado que actualmente  el inicio del consumo de inhalantes, marihuana y pasta básica de cocaína es entre 9 y 10 años, con el agravante que también se ha observado que  la edad de los niños que se dedican a vender drogas es igualmente más baja. Además de las familias, que debieran estar más atentas de los comportamientos y hábitos de sus integrantes menores, está el tácito compromiso de los educadores, en todos los niveles ahora, no sólo en las un universidades y centros de formación técnica, sino que en los colegios de educación media y lamentablemente, de modo cada vez más urgente, en los niveles de educación básica, ya que las conductas son claramente observables para el adulto que responsablemente se sienta comprometido con la buena formación de los niños y jóvenes. En efecto, el comportamiento es delator. Según el   director nacional del INJUV,  cerca del 15% de los jóvenes se denominan “los borrados de tele” por exceso de consumo de drogas y alcohol, una cifra que problemente no refleja con exactitud, ni es representativa de todas las comunidades escolares chilenas, pero que describe cambios de conducta que pueden ser detectados objetivamente, salvo que se opte por la comodidad de apartar la vista. Autoridades escolares atribuyen al efecto de drogas situaciones negativas, no solo en el ámbito académico sino además en el área social de los niños y jóvenes, lo que se ejemplifica en “batallas campales” que se llevan a cabo en distintos colegios, dirigidos por negativos líderes estudiantiles, con claros signos de conducta social irregular, caracterizada por agresividad, delincuencia, mentira y abuso de sustancias psicoactivas, principalmente alcohol, marihuana y pasta básica de cocaína. El XII Estudio Nacional de Drogas, publicado por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), deja nuevamente  en evidencia el  aumento en el consumo de marihuana entre los chilenos. La medición indicó que un 14,5% de las personas encuetadas, afirma haber consumido marihuana durante este 2017, marcando una diferencia clara en relación al 11,3% de 2014 y del 4,6% que arrojó el estudio en 2010, en conjunto con la peligrosa percepción de bajo riesgo del consumo de cannabis, más del 70% indicó no tener ningún prejuicio con el consumo de esta droga. Es esperable que el nuevo gobierno acepte el desafío de controlar esta situación largamente pendiente, sin equívocas confusiones con derecho libertarios, lo que está en juego es la salud física y mental de una considerable proporción de niños y jóvenes chilenos.

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