Editorial

El sueldo maderero de la región del Bío Bío

Por: Editorial Diario Concepción 14 de Noviembre 2017
Fotografía: Carolina Echagüe M.

La feria, descrita como una de las más importantes de América Latina, Expocorma, organizado por la Corporación de la Madera, tuvo el éxito que era dable esperar, después de la participación de   más de 280 empresas del rubro de todas partes del mundo, se alcanzaron sobradamente las metas de la puesta el a día en la tecnología de última generación y las innovaciones más potentes en el ámbito productivo. La magnitud del evento se puede estimar al saber que, solo para quienes trabajaron en la muestra, se entregó alrededor de tres mil credenciales.

Se ha descrito el peso del sector forestal en la producción de riqueza regional, describiéndolo como el sueldo de la Región del Bío-Bío, una aseveración que se desprende prontamente del examen de las cifras. Según información del  Instituto Nacional de Estadística,   el valor de las exportaciones regionales en este rubro, expresada en porcentaje de valor FOB,  corresponde a 79%, seguido, bastante de lejos, por el sector agropecuario, con un 8.54%, la pesca, con 6.14 y otras manufacturas, con  5.49%

Además de la producción esperable de esta industria, es importante dejar establecido la existencia de una extensa cadena productiva donde participan más de 10.000 agentes económicos de diverso perfil y tamaño, un mundo dinámico que está ciertamente abierto a innovaciones tecnológicas o de servicios, eventuales fuentes de trabajo, de diferente tamaño y  naturaleza, que tienen el potencial de abrir nuevos e inéditos frentes laborales.

Para el presidente de la Corporación Chilena de la Madera, una de las características de este ámbito productivo, es su impacto en la economía de las regiones donde se instala, aludiendo  su fuerte arraigamiento en éstas, fomentando la descentralización de Santiago, como sucede en 80 comunas de cinco regiones del país que han visto fortalecida su identidad a través del sector forestal.

El Intendente Rodrigo Díaz, un fuerte impulsor de la identidad regional, no perdió la oportunidad de incentivar una vez más a los actores locales, para  que continúen el desarrollo de trabajos de manera multigremial, de tal modo que se genere una dinámica sinérgica, que permita seguir mejorando las proyecciones del sector, junto con el desarrollo  de la Región.

Frente a esta potente realidad, hay a lo menos dos importantes acotaciones, la primera es hacerse cargo de las preocupaciones por el impacto ambiental, asunto que debe ser respetado cuidadosamente, en un equilibrio entre plantaciones forestales y respeto y cuidado del bosque nativo. La segunda, es no dejar que el éxito de esta área productiva postergue la obligación de incentivar y de mejorar la producción agropecuaria, que fue históricamente uno de los fuertes aportes a la economía local y nacional, así como otros sectores de la economía.

La producción de madera se enfrenta al desafío de agregar valor, la tecnología abre puertas impensadas para su uso en aplicaciones diferentes a las tradicionales, la construcción de viviendas, incluyendo las de altura, para dar un ejemplo, en un mundo cada vez más consciente de la importancia de usar materiales amistosos con la naturaleza  y nada mejor que uno que de ella proviene.

La exposición de la madera, es una inyección de optimismo para el destino de la región, mejor si esta línea productiva logra conciliarse con la calidad de vida y el progreso de las comunidades locales.

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