Editorial

El amenazado patrimonio ambiental de la Región

Por: Editorial Diario Concepción 17 de Agosto 2017
Fotografía: Municipalidad de Concepción

La convivencia del hombre con el ambientes, paisajes y recursos naturales no se limita a un tiempo pasado, sino que perdura en el presente y se proyecta indefinidamente hacia el futuro, el hombre tiene que aprender que es un usuario transitorio, que vendrán otra generaciones, no de otra especie con la cual esté desvinculado, sino con sus descendientes, las otras generaciones viviendo sobre este generoso planeta.

El abuso persistente e irresponsable de nuestra especie sobre este planeta común a todos los seres vivos que en el existen, pone en peligro a todo el conjunto y aun así hay quienes optan por ignorarlo, aprovechando la mínima coyuntura para sacar el máximo provecho, corto y próximo, sin pensar en nada más que en la inmediata conveniencia. Para controlar y detener a ese tipo de personas está la ley, para todo el resto, la consciencia.

Se hecho, en consecuencia, necesario, implementar medidas de protección, como ocurre en nuestra provincia con la unidad Reserva Nacional Nonguén, que comprende las comunas de Chiguayante y Concepción. Ante la realidad incesante y furtiva de los depredadores, ésta se crea el 30 de diciembre de 2009 abarcando una superficie de 3.036,9 hectáreas, con el explícito propósito de proteger nuestro patrimonio, la vinculación ancestral de nuestra cultura con el entorno y la responsabilidad de proteger y valorizar esa herencia, tanto para las presentes como futuras generaciones.

La reserva nacional Nonguén y la laguna Pineda están conectadas por un corredor biológico, por el cual transitan especies nativas y autóctonas de la Región para abastecerse de agua y reproducirse en época estival, por ejemplo, el cangrejo Tigre, pez Carmelita, además de pudúes y otras especies, es esta última la que se encuentra bajo amenaza de la economía de corto plazo y la codicia de larga duración.

La laguna Pineda es la más grande de nuestras lagunas urbanas y al mismo tiempo la más desconocida. A pesar de estar en el muy transitado sector de Chaimávida, no es visible desde la carretera que pasa muy cerca de uno de sus riberas, un factor de peligrosa conveniencia, la Junta de Vecinos del sector, más agrupaciones ambientalistas, interpusieron un recurso de protección que busca frenar trabajos que los dueños de los predios colindantes en un proyecto inmobiliario, denunciando que ya se han talado unas 27 hectáreas de bosque nativo.

Un representante de la JJ.VV San José de Palomares, aseguró que los propietarios de los predios que se ubican en los límites de la laguna actúan como si ésta fuera suya, toda vez que la ley especifica que pertenece a todos. Las intervenciones que se denuncian en Tribunales son: remociones de tierra y relleno en el meandro, a orillas de la vertiente natural que alimenta la laguna, creación de caminos vehiculares sobrepasando inclinaciones máximas, talas de bosque nativo sin plan de manejo, entre otras irregularidades.

Es el Estado y sus autoridades los que deben reaccionar, para eso existen las leyes, no se trata de perjudicar a los dueños de los predios, sino impedir que ese entorno sea intervenido y destruido, aunque sea con las debidas y justas compensaciones, el territorio d Chile, se supone, pertenece a todos los chilenos.

Es justamente en esta instancia, de peligro inminente de patrimonio ambiental, donde hay que probar que las instituciones funcionan como deberían.

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