Editorial

Complejidades del sentido del humor

Por: Diario Concepción 16 de Diciembre 2016

Uno de los estereotipos del perfecto inglés es su ingenioso e inteligente sense of humor, con el ejemplo clásico de la pregunta, contenida y casual, del explorador Henry Stanley, al encontrar, después de meses de sacrificio, al muy perdido y dado por muerto David Livingstone, en África: "Dr. Livingstone, I presume".

El sentido del humor es un sacramento de muy difícil administración, ya que puede ser remplazado, si no se tiene las competencias, por la ironía insolente o el sarcasmo. Sin embargo, es un atributo cultivable, una actitud deseable frente a la vida y a este mundo cruel, la aceptación madura que ni la vida es justa, ni el mundo perfecto, partiendo por nosotros mismos.

Según los expertos, siempre abundantes, este sentido, como una actitud que adopta una persona en la conquista de su felicidad, es uno de los pilares esenciales en el desarrollo del bienestar. Se ha verificado por los más diversos modos, que una actitud marcada por el sentido del humor resulta ser la mejor filosofía para enfrentar la vida, con efectos saludables sobre el nuestra condición física y mental.

No se trata de ignorar las cosas, o de distorsionar la realidad, sino de aprender a desdramatizarla al más puro estilo de una tragicomedia, que tiene toques de dolor pero, como la vida, también tiene espacio para el humor, la diversión y la magia.

La principal dificultad en la utilización de este recurso es que requiere naturalmente de una cierta dosis de actividad intelectual y de una razonable base de cultura, más la existencia de un recurso por lo general no muy común, como es el sentido común. Ha de ser por eso que de repente, en lo que al sentido del humor se refiere, no somos precisamente los ingleses de Sudamérica.

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