Editorial

Preocupación por el aumento de trabajadores independientes

El flanco vulnerable de estas cifras es que el subempleo, las jornadas horarias y los trabajos informales califican para disminuir los números ingratos, o puede insinuar que el emprendimiento personal es una solución en marcha, a sabiendas que la mayoría de los intentos de emprender no resultan, o tienen poca duración.

Por: Diario Concepción 03 de Agosto 2016

Es verdad que la situación descrita como aumento del número de trabajadores independientes podría indicar un deseable incremento de la capacidad emprendedora de la población, con un impulso potencial notable para los índices de productividad del país, lo que daría cuenta de un aumento de las competencias de las personas para llevar a buen término emprendimientos autónomos e individuales, sin embargo, si se observa desde otro prisma, es posible, o más probable, que la emergencia de trabajadores independientes sea la consecuencia obligada de la cesantía, en términos aún más intranquilizadores, una cesantía disfrazada, que puede prestarse para manipulación de cifras estadísticas. 

En razón de lo anterior, se podría interpretar las nuevas cifras de desempleo entregadas por el INE, que mostró un 6,9 por ciento de aumento, y las consideraciones de los economistas quienes plantearon que, además del preocupante aumento de los desocupados, es fundamental hacer énfasis en el incremento de la cantidad de personas que realizan trabajos por cuenta propia, quienes distorsionan, en parte, la cifra de desempleados. En efecto, la cifra se compara con el trimestre anterior en que el desempleo alcanzó un 6,8 por ciento y con el mismo período del año pasado en que llegó a un 6,6 por ciento.

Según los últimos datos que se han dado a conocer a los medios, economistas y académicos coinciden en que la caída de la inversión y el freno del crecimiento son los factores primordiales en esta cifra. Los expertos concuerdan en que los números para los meses posteriores podrían aumentar superando el 7 por ciento de desempleo a nivel nacional.

Para el decano de la Facultad de Negocios de la Universidad Gabriela Mistral, Erik Haindl, es indispensable observar los números que resultan más elocuentes al momento de describir el estado de la situación, entre estos, de modo muy especial, la evolución de la masa asalariada, la cual ha ido creciendo demasiado lentamente, un indicador de desaceleración de la economía.

Para el economista de la Universidad de Chile, Alejandro Alarcón, quien cuestiona la metodología utilizada por el INE para medir los niveles de ocupación, ésta oculta en las estructura de los cálculos un problema que se ha venido repitiendo por meses, que sigue creciendo el trabajo por cuenta propia y sigue bajando el asalariado, con problemas directos en el nivel de remuneraciones que tiene uno u otro. Mientras en otros países se le llama desempleo escondido, en Chile las metodologías no llegan todavía a esa denominación.

El flanco vulnerable de estas cifras es que el subempleo, las jornadas horarias y los trabajos informales califican para disminuir los números ingratos, o puede insinuar que el emprendimiento personal es una solución en marcha, a sabiendas que la mayoría de los intentos de emprender no resultan, o tienen poca duración, como se refleja incluso en la dura realidad de las pymes.

Sería de todas maneras mejor sincerar las cifras, aunque el resultado sea crudo, mostrar, desagregadamente el empleo real, a tiempo completo, como así mismo las otras situaciones en el mundo laboral, y del mismo modo en cada parte del territorio nacional, sin ese diagnóstico es imposible tomar las medidas adecuadas- la ciudadanía ya ha entendido la futilidad de los maquillajes- es el único modo de enfrentar la realidad con el compromiso que ésta requiere para ser cambiada.

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