Editorial

Promisoria red de tiendas del mundo rural

Es una excelente oportunidad, no solo para valorar que detrás de cada alimento y cada artesanía hay mujeres y hombres de esfuerzo haciendo algo distinto, sino para dar además un necesario impulso a la actividad agropecuaria, que es una de las modalidades productivas más amigables con el medio ambiente.

Por: Diario Concepción 02 de Agosto 2016

Es muy merecedora de elogios la iniciativa del Programa Nacional de Comercialización de Indap (Instituto de Desarrollo Agropecuario), un organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, con la promisoria y consecuente iniciativa de impulsar la Red de Tiendas Mundo Rural, cuyo objetivo es valorizar el trabajo de la agricultura familiar campesina y acercar sus productos y servicios a los habitantes de la ciudad, en una relación más directa con el consumidor.

Esta nueva estructura se alinea con los nuevos paradigmas de consumo y alimentación que se están instalando de a poco en el mercado, con las tendencias mundiales de regreso a las tradiciones en la producción de alimentos, con respeto al ambiente y a las culturas nacionales y regionales.

La oferta de las Tiendas Mundo Rural tiene, según sus impulsores, como principal atributo diferenciador, que los productos y servicios que ofrecen provienen de grupos familiares campesinos, en un modelo de mayor proximidad, en el cual son las propias organizaciones campesinas las que administran las tiendas, permitiendo a los productores acceder a nuevos puntos de venta permanentes y a los consumidores encontrar productos naturales y únicos, asegurando un precio conveniente para ambas partes.

Hay importantes consideraciones de contexto frente a esta iniciativa, mundialmente se ha instalado una actitud de vigilancia a determinados costos del desarrollo, por ejemplo, los efectos de las actividades agropecuarias y la explotación forestal de gran escala que, si bien es cierto, permiten a los países buenos posicionamientos económicos, en muchas ocasiones provocan daños al ambiente; a la biodiversidad y a los recursos naturales.

La tecnología y los insumos que dichas actividades requieren no están al alcance de los pequeños productores de la agricultura familiar, sin embargo, esta forma de producción aparece como una opción válida y accesible para el pequeño productor rural y su familia, ya que puede cultivar y cosechar productos agropecuarios sanos, aptos para el autoconsumo y la comercialización. Actualmente, sobre todo en el primer mundo, los consumidores demandan cada vez más productos rotulados como ecológicos, naturales, orgánicos o inocuos.

La primera la Red de Tiendas Mundo Rural fue inaugurada en la plaza de Armas de Santiago el 4 de julio pasado, con 400 productos de pequeños emprendedores agrícolas de Arica a Punta Arenas, entre alimentos procesados y artesanías. Se espera, entre agosto y septiembre de este año, contar con otras en Tirso de Molina y en la Vega Monumental de Concepción, en el marco del Plan de Comercialización que busca multiplicar puntos de venta para estos productos.

Es una excelente oportunidad, no solo para valorar que detrás de cada alimento y cada artesanía hay mujeres y hombres de esfuerzo haciendo algo distinto, sino para dar, además, un necesario impulso a la actividad agropecuaria, que es una de las modalidades productivas más amigables con el medio ambiente.

Es de esperar que esta iniciativa tenga continuidad y soporte, que se escape de la infortunada rutina de ver el nacimiento de dinámicas promisorias y valiosas que se pierden por falta de constancia y visión de largo plazo. Particularmente, para la Región tiene un valor agregado insustituible, un círculo virtuoso donde ganan todos: el consumidor, el productor y el planeta.

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