Editorial

Sueños y ambiguos significados

Es al mismo tiempo un regalo y una pesadilla, saber de antemano que nos depara el destino, espléndida situación si el futuro fuera favorable, y trágica si no ocurriera así.

Por: Diario Concepción 01 de Agosto 2016

Es al mismo tiempo un regalo y una pesadilla, saber de antemano que nos depara el destino, espléndida situación si el futuro fuera favorable, y trágica si no ocurriera así. Sin embargo, desde el principio de los tiempos el hombre ha interrogado al futuro, con los más diversos intérpretes y las más heterogéneas formas, muchos famosos desde las culturas clásicas.

A este lado del universo las prácticas eran similares en cuanto a la intención, con otros modos, por ejemplo, en la tribu norteamericana de los Oglaba Dakota, más conocidos como los Siux, existía una tradición aplicable a los adolescentes para saber justamente cuál sería su destino en la vida.

Con ese propósito, a la edad de la pubertad se les enviaba al bosque, por no decir la espesura, que sería casi más propio, sin armas y sin otra vestimenta que un taparrabos y un lindo par de mocasines, en busca de un sueño. Al pasar los días, con hambre, con frío, cansados, se esperaba que al dormir soñaran con algo.

Al volver de su aventura, los que volvían, les contaban el sueño a los ancianos y estos lo interpretaban de acuerdo a prácticas legendarias. El sueño podría dar a entender que el joven sería cazador famoso, guerrero temible, experto en captura de caballos salvajes, sacerdote o curandero, encargado de relaciones públicas o asesor en asunto tribales, los últimos empleos muy anhelados por los más perezosos o los menos aguerridos.

En cualquier caso, la diversidad de roles era bastante limitado para los hombres, ni que decir de las mujeres, que ni siquiera tenían la posibilidad de salir a soñar cosas por ahí. En la actualidad, todos podemos soñar, que sirva para algo, es otra cosa. 

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