En el primer caso la empresa debe aportar nuevos antecedentes técnicos y, en el otro, la Comisión Antidistorsiones debe seguir investigando hasta septiembre.
Hasta este jueves tiene plazo la Compañía Siderúrgica Huachipato para apelar la decisión de la Comisión Antidistorsiones respecto de las sobretasas provisorias establecidas para las barras y bolas de acero importadas desde China.
De acuerdo con las conversaciones sostenidas entre el Ministerio de Economía y ejecutivos de la usina, existiría un compromiso de parte de la firma de realizar efectivamente la apelación, sin embargo, existe la posibilidad que esto no ocurra.
Ante lo anterior, Javier Sepúlveda, seremi de Economía, Fomento y Turismo del Biobío describió dos escenarios posibles: el mejor es que apele y, el otro, es que no se haga. Lo que sí aseguró, es que la investigación sobre dumping seguirá su curso para establecer medidas definitivas por parte de la Comisión Antidistorsiones hasta septiembre del presente año.
“En conversaciones con el Ministerio (de Economía) la empresa se comprometió que utilizaría la herramienta de la apelación, por lo tanto es cosa de tiempo para que la compañía confirme el ingreso de la solicitud, este sería el escenario más beneficioso porque permitiría tener nueva información para que la Comisión Antidistorsiones profundice la investigación y pueda tomar una definición distinta respecto de las sobretasas arancelarias”, afirmó el jefe de la cartera de Economía en la zona.
A su vez, precisó que “tampoco se puede decir que si se apela la Comisión automáticamente subirá las tasas, lo que ocurre es que la firma debe apelar, pero incorporando información nueva con antecedentes que justifiquen ampliar lo otorgado”.
De acuerdo al seremi, se trata de que se puedan allegar nuevos antecedentes técnicos como “costos de producción, la combinación de los insumos y cada uno de los costos con la estructura de costos de su producción junto con el tema arancelario que luego se somete a investigación por parte de la Comisión y en base a eso se toma una definición”.
Según el seremi de Economía, Fomento y Turismo de Biobío, en el escenario menos probable en que la empresa no realice la apelación “la Comisión Antidistorsiones continuará con su investigación, ya que la decisión actual es de una sobretasa provisional y legalmente de acuerdo a la normativa vigente, tiene hasta septiembre para finalizar la investigación que debiera concluir con una sobretasa definitiva, entonces, en el peor de los casos en que la compañía no apele, es una señal clara que la empresa no está comprometida y no tiene la voluntad, pero hasta el momento, la firma sí ha demostrado compromiso y voluntad”.
“No es solo Huachipato la que debe ingresar nuevos antecedentes sino que además Molycop y las entidades chinas junto con otras organizaciones chilenas que puedan verse afectadas, por lo que la Comisión Antidistorsiones pone sobre la mesa la información que aportan todas las firmas afectadas o relacionadas con el mercado del acero nacional”, agregó.
Cabe recordar que entre las empresas que anunciaron su apelación también está Molycop, quienes tras ser consultados por la fecha de su presentación, indicaron que el plazo vence este jueves.
En relación a los trabajadores que tendrán continuidad de sus labores tras un eventual cierre de Huachipato, se trata de aquellos que desempeñan funciones en el terminal portuario de la usina y los que están vinculados a otras áreas como almacenamiento y logística.
“La preocupación nuestra es resguardar el ingreso de las 1.299 personas que trabajan directamente en la empresa. Respecto de los 7 mil empleos indirectos (según la memoria integrada 2023 de la empresa) no hay certeza que vayan a quedar completamente desvinculados porque son personas que pueden trabajar en otras áreas de la economía y que no tienen como cliente exclusivo a Huachipato, sino prestan algún servicio de mantención o aseo a la usina, pero que podrían ofrecer a otras unidades empresariales de la Región. Luego, hay otro grupo de 9 mil personas aproximadamente, que la empresa dice que son empleos inducidos, como el comercio local que, por ejemplo, recibe a los trabajadores de la usina que le compran pan en las tardes, entonces, esto no es una afectación directa porque estaríamos hablando de una disminución en las ventas pero no un quiebre de empresas“, señalaron desde el Ministerio de Economía.