Sindicatos citarán a asamblea conjunta para este 28 de marzo. Empleados mostraron preocupación total ante un escenario cada vez más crítico de la compañía.
Más de 22 mil trabajadores en total y sus familias deberán hacer frente al peor de los escenarios esperados, tras la salvaguardia otorgada por la Comisión Antidistorsiones y que desembocó en la suspensión gradual de las operaciones, en tres meses, de una de las más importantes industrias estratégica para el país y la Región: Huachipato.
Héctor Medina, presidente del Sindicato, acompañado de su par del Sindicato 2, Fernando Orellana, tras salir de una reunión sostenida con el presidente del directorio de CAP, Julio Bertrand y el gerente general de Huachipato, César Castillo, manifestó que “dada la situación expuesta en los comunicados oficiales de la Compañía Siderúrgica Huachipato, respecto de la suspensión indefinida de las operaciones comunicamos que los sindicatos 1 y 2 nos reunimos con el presidente del directorio de CAP, Julio Bertrand, y el gerente general César Garrido para reunir mayores antecedentes”.
A lo anterior, el dirigente sindical de la usina adelantó también que “citaremos a una asamblea conjunta para el jueves 28 en el sindicato 1 donde se informará a los asociados de los alcances de la decisión tomada por la matriz CAP S.A. y las gestiones que las organizaciones sindicales realizará para revertir ante el Gobierno esta decisión”.
Incertidumbre total hay al interior de la usina de Talcahuano. La confirmación del cierre escalonado en un plazo de 3 meses tomó a los trabajadores por sorpresa.
Las caras de preocupación eran evidentes, este jueves, en el principal acceso de la empresa.
Hugo Reinar lleva dos años y medio en el área de mantención de Huachipato y contó que supo de la suspensión de las operaciones a través de una intranet, además de un grupo de red social. “Es una mala noticia y por supuesto que es algo que nos afecta. Sé que sería un proceso paulatino de cierre que duraría tres meses, ojalá que en ese tiempo se pueda revertir”.
Edison Jiménez realiza labores de montaje de andamios en la usina por cerca de dos años. Conocida la noticia, expresó que “nos enteramos a través de un comunicado que estaba dando vueltas en las redes sociales que Huachipato está pronta a cerrar las faenas. Es una muy mala noticia, porque hoy día está súper mala la situación para volver a encontrar trabajo”.
Por otra parte, Orlando Tiznado, con casi 20 años de esfuerzo como trabajador de la empresa en el área de maquinaria pesada contó que “estábamos trabajando cuando nos enteramos todos de la mala noticia”.
“Aquí no solo se afecta a quienes estamos dentro de la empresa sino que también a otras personas porque hay más de 50 empresas que dependen de Huachipato, entonces no es solo que cierre esta compañía sino que cerrarán muchas empresas más, es parecido a lo que paso con el carbón en Lota y creo que el Gobierno debe tomar medidas más serias para ver el problema que tiene la usina”, agregó.
Con más de 30 años de trayectoria tanto como contratista como contratado en la siderúrgica, Gabriel Frías, es un experimentado “huachipatino” operador de grúas. Frías fue claro en decir que esto se traduce en un mal escenario para todo el personal y sus familias. “Para todos esto es muy triste, mi hija, mi familia, mis compañeros de labores y las jefaturas. No sabemos bien qué pasará después de estos tres meses, tengo esperanza que así como la empresa salió antes de una crisis, esta vez pueda ser igual”,relató.
El plazo de tres meses es una coyuntura crítica por todos lados para el personal. Es que junto con la carrera contra el tiempo que esto significa, desde los sindicatos advierten que es una medida que por sí sola pone en dudas la operación.
“Aquí hay equipos que no pueden estar más de tres meses detenidos. Tenemos una planta de Coque única en Chile que si pasa de tres meses “muere” Huachipato de forma automática. Es equipo estratégico. Vamos a comenzar a detener un Alto Horno el que se puede hacer de a poco, pero una planta de Coque no se puede echar a andar nunca más”, aseguró Fernando Orellana, presidente del Sindicato 2.
“Los dirigentes sindicales vamos a dar la lucha hasta el final”, concluyó.