La idea es que la inflación no desplace la prioridad de empresas para innovar e impulsar la articulación de una gobernanza que permita mantener el trabajo colaborativo e interdisciplinario, entre otros.
La “colaboración con impacto” sería una de las claves priorizadas por Emma Chávez, directora de la Dirección de Innovación de la Universidad Católica de la Santísima Concepción para mejorar el ecosistema de innovación regional frente a los negativos efectos de la pandemia y la alta inflación.
Cabe destacar que Chávez habla con propiedad respecto a la colaboración con impacto si se considera que fue reconocida por el Foro Económico Mundial de la Mujer con el “Premio Excepcional Mujer de Excelencia” tras fundar Terraquenutre, ejemplo de economía circular en Biobío entre otros atributos.
-¿Cuáles son a su juicio los impactos más importantes de la pandemia y la actual inflación en la innovación regional?
– Ha sido la oportunidad de reinvención de muchos emprendedores, y el valor que la sociedad le da a los productos y productores locales. Un estudio demostró que los cambios sociales impulsados por las medidas de confinamiento abrieron grandes oportunidades para acceder a conocimiento distribuido en la Región, redefiniendo la valoración que damos a espacios que habilitan puntos de encuentro físicamente separados pero socialmente juntos.
Vivimos un momento de gran apertura a la innovación abierta por parte de organizaciones de la Región, llevamos años trabajando en ello. Espero que la inflación no nos golpee tan fuertemente en este ámbito, el aumento en costos de producción, de precios de bienes y servicios lleva de la mano la redefinición de prioridades donde la innovación puede que no ocupe un lugar relevante.
-¿Qué considera clave para mejorar en el ecosistema de innovación regional?
-La articulación de una gobernanza que permita sostener el trabajo colaborativo e interdisciplinar entre las múltiples organizaciones que hoy trabajamos en el ecosistema de innovación. Insisto en la colaboración con impacto, mi lema desde hace ya muchos años.
Debemos ser capaces de retener el capital humano avanzado que nace , crece y se desarrolla en Biobío. Para ello es clave, la apertura de las empresas regionales a innovar y confiar en el desarrollo de productos y servicios innovadores con sentido y pertinencia regional. Confiar en el valor agregado que hoy ponen a disposición nuestros emprendedores regionales.
-¿Cuáles han sido los principales avances de la Dirección de Innovación de la Ucsc desde qué se creó hasta la fecha?
-Lograr posicionarnos dentro de las top 20 universidades a nivel nacional en materia de innovación y aumentar nuestro avance a nivel internacional de manera considerable en solo 4 años de nuestra creación es un gran avance. Por otro lado, afianzar confianzas con actores del sector público y privado a nivel regional para el desarrollo conjunto de proyectos de alto impacto ha sido también un gran avance. Somos reconocidos en ámbito de la innovación en varias áreas del conocimiento, lo que nos llena de orgullo.
Lo anterior ha implicado un trabajo coordinado entre equipos de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado de la Ucsc., solo por destacar algunas de nuestras cifras en 2021 logramos avanzar en el fortalecimiento de competencias habilitantes en innovación para la comunidad interna y externa a la Ucsc., en el que participaron más de 2.000 personas, además de apalancar 43 iniciativas de innovación con un financiamiento externo (público y privado) de más de $4.500 millones para el desarrollo de investigación aplicada, innovación, emprendimiento y transferencia tecnológica. Se suma el fortalecer el trabajo y confianzas con empresas regionales, levantando 11 contratos tecnológicos generados a partir de necesidades u oportunidades del sector privado, que han permitido desarrollar soluciones tecnológicas basadas en I+D con aplicación comercial gracias a las capacidades institucionales de la Ucsc.
-¿Cómo proyecta la evolución y desarrollo del ecosistema regional de innovación en los próximo 5 años?
– Deseo enormemente que nos transformemos en un polo de innovación reconocido a nivel nacional e internacional. Tenemos todas las condiciones para que esto suceda y las voluntades se están dando. Somos un grupo de líderes del ecosistema trabajando en ello, para y con otros, por nombrar a algunos: Cidere, Casa W e IncubaUdeC.