Economía y Negocios

¿Cómo debería calcularse el precio actual de una hora de ocio?

Consultados sugieren hacer referencia al salario y los estándares Ocde cuyo promedio de horas laborales a la semana es 37. La idea es reducir la extensión y el desafío, avanzar hacia el equilibrio.

Por: Edgardo Mora 19 de Octubre 2021
Fotografía: Crédito: Temática.

En un contexto de inflación todos los precios suben y tras la pandemia y la recarga laboral, por ejemplo, del sector salud, el ocio debería haber incrementado también su valor.

Para realizar un cálculo actualizado especialistas recomiendan tener como referencia el salario y los estándares de países Ocde.
En esta línea, Claudio Parés, economista de la Universidad de Concepción plantea que “visto desde el punto de vista individual, operativamente podemos calcular el precio de nuestro tiempo de ocio relacionándolo con nuestro salario, ese costo es creciente para las personas, y no tanto (o incluso decreciente) para las empresas”.

Valor del descanso

Parés agrega que desde el impacto social de ese tiempo (ocio), deberíamos añadir el valor que le asignan las familias, el valor del descanso e incluso la productividad adicional de un cuerpo y un espíritu descansados.

Sostiene además que “trabajar una hora al día no es lo mismo que trabajar doce porque el costo del esfuerzo es creciente. Es precisamente lo que reconoce la ley chilena añadiendo un recargo automático y limitando la cantidad de horas extra que se pueden contratar. Sin embargo, muchas personas están dispuestas a ofrecer muchas horas extra sin recargo o asumiendo costos exagerados con tal de demostrar compromiso y no perder el resto del contrato fijo. Esto genera competencia entre las personas y permite abusos de algunas empresas”.

Estándares Ocde

Por su parte, Héctor Figueroa, abogado, socio en Flores & Acevedo y jefe del área Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la firma, aporta que “nuestro país, según la Ocde, alcanza un promedio semanal de 41.3 horas (incluyendo los empleos a tiempo completo y de jornada parcial declarados por los trabajadores), lo que nos sitúa entre los países miembros cuyos trabajadores laboran más horas a la semana junto a Colombia, Turquía, México, Costa Rica y Sudáfrica”.

Lo anterior, considerando que “como miembros de la Ocde, que agrupa a algunas de las economías más avanzadas del mundo, nos encontramos lejos de la tendencia que siguen parte de sus integrantes donde el promedio semanal de horas efectivamente trabajadas es 37”, señala Figueroa.

De acuerdo con el abogado, la ley actual contempla una extensión máxima (en régimen ordinario) de 45 horas a la semana. El cálculo de la remuneración, por su parte, salvo excepciones muy específicas, considera un periodo de trabajo de 30 días, es decir, es de carácter mensual.

“Para determinar la proporción de remuneración correspondiente a cada hora efectiva de trabajo, debe dividirse su remuneración mensual (no solamente su sueldo) en 30 y luego multiplicarse por 28, debiendo dividirse el resultado por 180, obteniéndose así el monto correspondiente a cada hora ordinaria de trabajo. Lo anterior, empleando los parámetros definidos por la Dirección del Trabajo”, afirma el socio de Flores y Acevedo.

Otro punto relevante para Figueroa, es que en la medida que la reducción de una jornada de trabajo con el objeto de incrementar los tiempos disponibles para la vida familiar u ocio, suponen mantener estable la remuneración del trabajador (sin afectarla a la baja), incrementándose, por ende, el precio de la hora de trabajo para las empresas empleadoras que operen con jornada reducida.

El jefe del área del Trabajo y Seguridad Social concluye que “resulta fundamental avanzar, en conjunto entre trabajadores y empresas, en la mejora permanente de los niveles de eficiencia productiva, con el objeto de evitar que se necesiten jornadas de trabajo extensas, extenuantes y no siempre productivas. Se trata de una desafío trascendental para el país y nuestra región en los próximos años”.

Lograr el equilibrio

Héctor Medina, presidente del Sindicato 1 de Huachipato, señala que el precio actual de una hora de “ocio”, continúa siendo muy valiosa, entendiéndolo como un tiempo para el bienestar general de un trabajador o teletrabajador.

“Existe la sensación generalizada que el teletrabajo o trabajo a distancia, vino a disminuir el tiempo libre a disposición de las y los trabajadores, jornada laboral muchas veces sobrepasando las 8 horas diarias”, comenta Medina.

A la vez indica que “es un gran desafío para la organización lograr el equilibrio y que la frontera entre la familia y el trabajo, entre la productividad y los distractores, permitan disponer de tiempo a “motu proprio””.

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