Una mínima protección de la industria local, pérdida de empleos y bajo avance en Plan de Reactivación, alertan al sector productivo.
El permanente desgaste de la competitividad regional cuyo efecto más visible es la creciente pérdida de empleos y talento local, el cierre de empresas o la incapacidad de las autoridades locales, a todo nivel, por proteger la actividad productiva, son las preocupaciones que han venido incrementándose y que mantienen en alerta a los gremios productivos y entidades empresariales agrupadas en AGOP Biobío.
Helen Martin Urrutia, presidenta de la Cámara Chilena de la Construcción Concepción recalcó que es fundamental proteger las actividades productivas de la zona. “Hace unas semanas se dio a conocer el complejo escenario que enfrenta el rubro siderúrgico regional, luego de que la Comisión de Distorsiones rechazara las medidas de protección en el mercado del acero nacional frente al producto chino que ingresa a precios subsidiados, poniendo en riesgo alrededor de dos mil empleos directos en región. El Gobierno nacional y local deben proteger esta actividad esencial. Cualquier otra conducta no es aceptable”, explicó la dirigente.
Por su parte, el representante de la Unión de Gremios Pyme, Humberto Miguel Cerda, manifestó que “el bajo avance en el Plan de Reactivación es muy lamentable porque no ayuda en contrarrestar las nuevas medidas restrictivas del “Plan Paso a Paso”, donde las comunas del gran Concepción volvieron a cuarentena y con ello miles de comerciantes debieron cerrar nuevamente sus puertas. A esto se suma el nulo apoyo que ha tenido el rubro gastronómico de la Región, uno de los más afectados durante la pandemia, el cual había logrado recuperar su actividad en un 15% con la apertura de las terrazas, sin embargo, con el retroceso a cuarentena ser volvió a cero”, aseguró.
Macarena Cepeda Godoy, Presidenta de la Asociación de Industriales Pesqueros, manifestó la preocupación del sector pesquero industrial respecto a proyectos de ley que se discuten en el Congreso, que aumentarían la incertidumbre en el sector y que, de aprobarse, significarían la pérdida de 800 empleos directos, incluso el cierre de empresas. “Primero fue la Ley de la Jibia y ahora la de la Merluza la que tiñe de incertidumbre y cesantía a nuestro sector, debido a proyectos de parlamentarios de otras partes de Chile que están destruyendo nuestra actividad y la de miles de familias de la zona. Debemos proteger las actividades productivas estratégicas que se desarrollan en Biobío.”, apuntó.
En el rubro forestal también reina la incertidumbre, donde la violencia de la macrozona sur ha llevado a muchos empresarios a cerrar sus faenas, debido a la quema de sus máquinas, predios y el robo de madera.
Sobre este último punto, Fernando Illanes García-Huidobro, gerente de Corma Biobío y Ñuble, lamentó que la Cámara de Diputados haya votado en contra del proyecto de ley que busca tipificar el delito del Robo de Madera, manifestando que habría sido una señal importante, de apoyo y resguardo, para el sector forestal desde el Congreso.
“Creemos necesario que haya unidad política respecto a esta materia y se tomen decisiones en beneficio de la comunidad, donde se aborde de manera efectiva el problema. Para nosotros es prioridad que las autoridades y que los parlamentarios sepan que el delito de robo de madera no es “robo hormiga”, sino que se trata de bandas organizadas, altamente tecnificados y que actúan con violencia para cometer sus ilícitos y extraer grandes volúmenes de madera desde los bosques” indicó Fernando Illanes.
Además, añadió que, “este ambiente de inseguridad impide el adecuado y deseado desarrollo de todos quienes forman parte de este rubro que, por cierto, genera empleo directo a alrededor de 45 mil personas y 70 mil de forma indirecta en las regiones de Ñuble y Biobío”.
Con todo, AGOP, invita a las autoridades locales, a analizar de manera global lo que está sucediendo en la región y, hace un llamado urgente a defender el empleo, considerando la tasa de desocupación de 10,5% en el Biobío; trabajar en pos de la reactivación y, sobre todo, proteger la competitividad de la Región del Biobío.