Promover liderazgos proactivos, cuidar a los teletrabajadores, su integridad física y mental junto con construir confianzas serían las metas para alcanzar. Estudio revelaría que mujeres se habrían adaptado mejor a las exigencias del trabajo post pandemia.
“El gran desafío para el 2021 será cuidar a los teletrabajadores, su integridad física y mental, porque todos entramos de una manera a esta pandemia y salimos otros”, así lo afirma, Horacio LLovet, cofundador de Nawaiam y especialista en Recursos Humanos.
LLovet es licenciado en RR. HH. de la Universidad Argentina de la Empresa con más de 20 años de experiencia en desarrollo y gestión de nuevos negocios.
Además, es ex-CEO y gerente general de Johnny Rockets Sudamérica con posiciones gerenciales y ejecutivas en McDonald´s; conferencista internacional sobre la gestión del capital humano y las nuevas tecnologías.
El profesional señala que la realidad actual es que al teletrabajo hay que sumar a toda la familia con acciones a distancia como son los padres cada uno con su trabajo y los hijos con clases ya sea por Zoom o cualquiera de las plataformas que lo posibilitan.
Lo anterior, por lo general, en espacios reducidos donde se convive de manera cotidiana donde empezaron a aparecer enfermedades o síntomas o síndromes que están muy alineados por un lado al exceso de trabajo, al encierro y a la poca capacidad de mantener durante tanto tiempo la modalidad de trabajo a distancia en un espacio limitado.
“Con tanto tiempo de encierro en estas circunstancias las principales reacciones que han existido son altos niveles de estrés, síndrome de la Cabaña o síndrome de Bornout”, detalla el especialista.
Otro punto que destaca LLovet, es que “hicimos un estudio durante el primer trimestre de este año para entender cómo habían cambiado las conductas de las personas respecto del trabajo post inicio de la pandemia y arrojó que las mujeres tenían una mayor capacidad para adaptarse en los entornos post pandemia en los empleos”.
También pone en relieve que se necesitará resiliencia y empatía para tener la capacidad de detectar si una persona no cumple los objetivos, no porque no quiere, sino porque está simplemente desbordado psicológicamente, entonces “el gran desafío que tienen las áreas de RR.HH. para 2021 es realmente empoderar este departamento y estar a la altura del core business del negocio”.
Pablo Pacheco, gerente de Sustentabilidad y Personas de CAP Acero, expresa que el primer desafío para el próximo año es construir una cultura de confianza.
“La pandemia ha llevado a que las organizaciones incorporemos nuevas formas de hacer las cosas, principalmente la integración de la comunicación “virtual”, como una medida muy efectiva para lograr el distanciamiento físico”, resalta el ejecutivo.
Esta medida sanitaria implica nuevos desafíos en el proceso de liderar los equipos de trabajo; cómo construir y fortalecer la confianza en contextos de alta volatilidad e incertidumbre, recalca Pacheco.
Otra meta relevante de alcanzar para el gerente de Sustentabilidad y Personas de CAP Acero, es que los líderes puedan crear nuevos espacios de encuentro con su equipo de trabajo que permitan potenciar la confianza, “de este modo se podrán asumir otros desafíos que deja la Pandemia, como, por ejemplo, la autonomía”.
También sostiene que un segundo desafío es construir una cultura de sostenibilidad. Aquí otorga particular importancia al hecho de que “las empresas tenemos que concebir que el éxito de la misma se da cuando logramos involucrar a todos los grupos de interés (empleados, clientes, comunidades y la sociedad en general) en la creación de valor compartido y sostenido”.
Desde Enap, indican que “desde que se declaró la pandemia el teletrabajo fue una de las herramientas importantes que utilizamos para proteger la salud de los colaboradores de la compañía, sobre todo de los grupos de mayor riesgo. Identificamos cargos críticos para mantener en operaciones y garantizar el suministro de combustibles y, a la vez, establecimos el teletrabajo para 1/3 de la dotación, con muy buenos resultados”.
Del mismo modo, comentan que “el desafío será instalar en la organización la idea que el teletrabajo es lo mismo que el trabajo presencial, pero en otra ubicación, y que por lo tanto se deben respetar los horarios y compatibilizar la vida laboral con la familiar”.