La idea es generar el tratamiento sistemático de plataformas tecnológicas, mayores emprendimientos y menos costos asociados. Sería el paso siguiente a la portabilidad financiera.
¿Ha leído o escuchado las palabras criptomonedas, crowdfunding, smartcontract, blockchain o Bitcoin? Si no es así, muy probablemente las leerá o escuchará como parte de la nueva Ley Fintech, que se prepara actualmente en el Congreso.
Se trata de una iniciativa que busca contar con un marco regulatorio para quienes desarrollan actividades en el mundo financiero tecnológico, considerando aspectos como licencias y registros, niveles de información hacia los clientes, exigencias de acreditación mínima de competencia o de idoneidad, integridad y un marco de gestión de riesgos, entre otros.
En la visión de algunos actores regionales, la nueva normativa debe contener materias que promuevan una sana competencia e innovación, junto con la creación de nuevas plataformas, más emprendimientos relacionados con este rubro y menores costos asociados.
Diego Rodríguez, abogado, Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Concepción y Máster en Análisis Económico del Derecho y de las Políticas Públicas de la Universidad de Salamanca, plantea algunos puntos relevantes.
“Dados los sustanciales beneficios, en término de competencia e innovación que subyace de la industria de las financial technologies, estimo que el proyecto de ley que se discutirá debe favorecer, desde un punto de vista legal y regulatorio, un ecosistema que favorezca el desarrollo de nuevas plataformas y sistemas, con el objeto de crear una real y sana competencia entre Fintechs y de este sector con el mercado tradicional de financiamiento”.
En línea con lo anterior, Rodríguez indica, además, que “el proyecto debe ser pensado y preparado por un equipo multidisciplinario de especialistas en regulación, finanzas, políticas públicas, tecnología, tanto del sector público como privado, que puedan anticipar los efectos, tanto positivos como negativos, como excesiva regulación, que pueda generar el tratamiento sistemático de estas plataformas, de tal manera que su implementación redunde en un mayor número de emprendimientos y menos costos asociados a ello”.
El penquista Rodrigo Sainz, CEO de mifuturofinanciero.com, una empresa dedicada a trabajar, entre otras, con la tecnología Blockchain, sostiene que la CMF (Comisión para el Mercado Financiero) ha avanzado en varios frentes de cara a una regulación Fintech.
“Se abordan los desafíos revisando la evidencia en regulación extranjera y la propuesta acoge varias dimensiones, sobre tamaño relativo de los participantes y el riesgo sistémico que puedan tener las partes y piezas de este ecosistema Fintech en la cadena de pagos. Cabe recordar que el sistema de pagos en Chile lo administra el Banco Central a través de sus sistemas y sociedades de apoyo al giro bancario”, detalla Sainz.
También, añade que “si la base de la regulación es el trabajo que venía impulsando la CMF, creo avanzará por buen camino”.
Desde la incubadora de la Universidad de Concepción, Beatriz Millán pone foco en que “los emprendimientos han ido aumentando en forma exponencial en este ámbito”, razón por la cual es importante sacar lo mejor de experiencias en esta área que poseen otras realidades a nivel latinoamericano como es el caso de México o Brasil.
“Es importante señalar que la nueva Ley Fintech es el paso natural, luego de la portabilidad financiera que se ha desarrollado hasta la fecha”, concluye Millán.