El presidente provincial de la CUT aseguró que gane el apruebo o el rechazo, llegó la hora de la convergencia, para que entre el Estado, empresas y trabajadores (comunidad) se planifique un nuevo país, más digno, para las nuevas generaciones.
Eloy Silva, el actual presidente provincial de la Central Unitaria de Trabajadores Concepción, se muestra optimista, esperanzado, conciliador, convencido de que tras el plebiscito, sea el resultado que sea, Chile será otro.
“Valoro mucho la convocatoria del arzobispo Chomalí para este 5 de octubre con la idea de juntar a los líderes regionales a conversar, a dialogar de todo este proceso constituyente. Él invita a tener una conversación con altura de miras, pensando en el bien común y la dignidad de las personas, triología muy importante que deben tener en cuenta todos nuestros líderes y autoridades, más allá de la coyuntura sanitaria y económica”.
Silva explica que esa también debe ser la postura de los trabajadores, que siempre han tenido una posición reivindicativa a través de su historia, y que ahora deben tener esa nueva mirada para Chile.
“Esto debe ser un nuevo contrato social para Chile. Sólo a modo de ejemplo: el INE informó un aumento en las ventas regionales de supermercados de un 33% en 12 meses, mientras que en paralelo se discute un aumento salarial de $6.000 para el sueldo mínimo, son $200 diarios”, enfatizó el presidente provincial de la CUT, Eloy Silva, quien se mostró convencido que es necesario sentarse a conversar entre Estado, empresas y trabajadores (comunidad), “porque Chile es de todos y debemos abordar también la post pandemia, que traerá cambios culturales”.
-¿Cuáles serían las claves de la discusión constitucional?
-Yo estoy por el apruebo con convención constituyente. Serán 155 personas que debatirán sobre las grandes problemáticas, y no sólo en Santiago, sino también en regiones. Debemos desconcentrar, descentralizar. Las comunas deberán tener una nueva impronta en su relación con la comunidad, no con paternalismo ni asistencialismo.
Ahora bien, la discusión constitucional ya tiene un piso. Chile tiene una serie de tratados firmados, como la Convención de Derechos Humanos, el Convenio 169 de la OIT, todo lo cual sirve de base para la nueva Carta Magna, así como las anteriores que hemos tenido. Pero lo importante es que no se hará dentro de cuatro paredes. Hoy es el pueblo de Chile quien tendrá que delinear los parámetros que nos van a regir en todos los ámbitos.Todo concensuado y votado democráticamente
-Hay sectores que ven con temor todo este proceso
-En tiempos de crisis siempre hay miedo. El primero es de vida o muerte por lo sanitario. También hay incertidumbre, porque nadie manifiesta un mensaje de esperanza, de trabajo conjunto para salir de esta situación. Entonces se van creando ciertos mitos y simbologías que pueden hacer dudar de ir a votar. Pero hay que entender que somos 18 millones de personas que tenemos una palanca para articular un nuevo Chile . Lo haremos con el apruebo o con el rechazo, pero eso es la democracia, y estamos invitados a optar por una opción. Lo digo: el día 26 de octubre cambiará Chile, pese a que algunos minimicen el proceso constituyente.
-¿Cuál es su mensaje para los indecisos e incrédulos?
-Que debemos crear una nueva utopía, una mucho más profunda. Más allá de la desesperanza, de la incertidumbre y de la miseria humana que estamos viviendo, debemos ponerle corazón, alma a este nuevo proceso. Yo trabajo en la Casa del Adulto Mayor en San Pedro de la Paz, y mi comunión directa es con más de 15.000 adultos mayores, 1.500 en estado crítico. Con ellos debo hacer una línea de acompañamiento que nos permita mejorar la situación contractual que están viviendo. Bueno, esas cosas tan pequeñas, si lo empiezas a ampliar en todo Chile, sería otra cosa. Debemos entregar ese mensaje de esperanza a las nuevas generaciones.
-¿Se postulará a constituyente?
-Sí, pertenezco al partido Socialista y fui elegido como uno de los constituyentes. Quiero ser parte, porque eso significa que estará representada la clase trabajadora, los presos políticos, porque lo fui, y el mundo del arte, ya que soy actor profesional. Bueno, y la tercera edad, porque tengo 61 años. Bueno, y la gente dirá si me quedo adentro o afuera, pero sueño con un Chile mejor.
-¿Qué piensa del tema previsional?
-Las AFP manejan U$200.000 millones, y se suponía que se debían reinvertir en Chile, lo que no ha pasado. Imáginate lo que se puede hacer con esa plata, cuyos dueños son los trabajadores, y son ellos los que están pagando hoy el costo de la crisis sanitaria. Debemos dialogar sobre la mejor fórmula, con el Estado como garante.