Economía y Negocios

¿Existe un mejor método para calcular el desempleo que hay en Chile?

La mayoría de los analistas consultados asegura que el sistema que usa el INE no es el cuestionado, ya que cuenta con certificación mundial. Se trata de la interpretación de los datos que se desprenden.

Por: Felipe Placencia 12 de Julio 2020
Fotografía: Raphael Sierra P.

Hace unos días, el INE Bío Bío entregó los resultados de la tasa de desocupación, la cual llegó al 10,1% en el último trimestre, lo se significa que hay más de 127 mil personas que han perdido sus trabajos.

Sin embargo, la percepción de la calle y de algunos analistas, es que no estaría reflejando la realidad de la difícil situación producto de la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus.

Los especialistas consultados en aquella oportunidad por Diario Concepción estimaron que perfectamente el número “real” podría llegar al 30%.

Entonces, surgió la duda: ¿el INE utiliza la mejor método o instrumento para captar la desocupación?

Pues bien, la mayoría  de quienes respondieron coincide que la metodología no es el problema , ya que es la misma que utilizan los países Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).

“No solamente tiene estándares Ocde, también están involucrados lineamientos entregados por la OIT, Organización Internacional del Trabajo. Pasa exactamente cuando aparecen indicadores relativos a la inflación. Hay ciertos indicadores que internacionalmente son aceptados convencionalmente, porque han sido sometidos a determinados tipos de evaluaciones, por lo tanto se asume como representativo. Más allá de algunas críticas que se formulan”, explicó el académico de la UdeC, Víctor Hernández.

Y agregó: “Si tu le preguntas a las personas en la calle, qué opinan, por ejemplo del IPC de -0,1%, te dicen que no, que subió tal producto el supermercado. Una cosa es una opinión que muchas veces viene de gran parte de la población que no tiene por qué saber sobre la metodología. Y lo otro, sobre el cálculo oficial que se hace de la confección de metodología para establecer estos parámetros”.

El economista Corbiobío y académico de la UBB, Ariel Yévenes, aclaró que “las críticas que uno hace respecto del instrumento no dice relación con que este sea de mala calidad. Sino que se trata de que a todos los datos, sea cual sea el método con el que los analice, uno debe darle una lectura estratégica”.

Añadió que “hay dos cosas relevantes: leer los números en función del contexto en el cual se está analizando. No es lo mismo un empleo por cuenta propia en un país con tasa de crecimiento del 5% al 6%, a un empleo por cuenta propia donde el desempleo sube muy rápido y dónde el crecimiento está a tasa negativa en medio de una pandemia. Existen otras formas y todas tienen el mismo nivel de dificultades”.

Por eso, Yévenes entregó una analogía para que el público entienda: “Uno no critica el termómetro, sino la lectura que dan de los datos del termómetro. La metodología está bien, es el analista quien debe darle sentido. Lo que sí se debe avanzar es en la mirada territorial, que los datos provengan de toda la Región, con indicadores con expresión territorial”.

El académico Ucsc, Iván Valenzuela, es uno de los que planteó igualmente que el porcentaje de desocupación debería ser mucho mayor.

“No digo que el modelo no sirva. Lo que planteo es que las personas que están perdiendo el empleo no pueden quedar fuera de la fuerza laboral, porque esas personas tienen la intención, están disponibles, pero no pueden salir por las restricciones producto de la pandemia”, detalló el especialista.

Es por ello que debido a los mismos datos que entrega el INE, se puede decir que “en el caso de que consideremos que las 127.250 personas que perdieron el empleo, forman parte de la fuerza laboral, tendríamos una tasa de desempleo de aproximadamente de 24,9% en el trimestre móvil marzo-mayo, en vez de un 10,1%”, precisó Valenzuela.

En tanto, el fundador de Economía Para Todos y director de la Escuela Chilena de Economía y Negocios, Matías Godoy, quien hace unos días estimó una cifra cercana al 30%, opinó que “es tremendamente polémica la forma de medir el desempleo hoy en día, pero responde a estándares globales con los que se miden la desocupación y permite la comparación entre países”.

Es así como a su juicio “la tasa de desocupación que se reporta no nos dice la tasa o el número de personas desempleadas en el país y claramente hay espacios enormes para mejorar la medición”.

Y entregó un ejemplo. “ Si una persona declara que ocupó un par de horas de su tiempo siendo chofer de Uber, la encuesta (ver recuadro) lo considera como un ocupado. Cuando en realidad, quizás está haciendo de Uber, porque no tiene trabajo”.

Pero entonces, ¿ hay otra metodología? El académico de Ingeniería Comercial Universidad San Sebastián de Concepción, Gonzalo Chávez, respondió que “se pueden encontrar variaciones a lo largo del mundo e inclusive a lo largo de Chile. El Centro de Microdatos de la Universidad de Chile (sólo para el Gran Santiago) considera a personas mayores de 14 años. La definición de efectividad que hace la pregunta depende de lo que se desea medir y si se está logrando o no”.

No obstante, si el INE quisiera seguir otro sistema es complicado. “Produce un problema de comparabilidad. Dependiendo de cambios en el número de encuestados, definiciones de fuerza laboral o de ocupado-desocupado, puede que los nuevos cálculos no sean comparables con los de periodos anteriores, lo cual puede perjudicar el uso de este dato en series temporales que consideren los dos periodos”, advirtió el analista.

Diseño de Andrés Oreña P.

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