Pese a que la Subpesca ha asegurado que ha separado a la flota para que no opere al mismo tiempo. En tanto, los artesanales bentónicos están en alerta por baja demanda.
Dentro del contexto de la pandemia por Covid-19, el sector pesquero se suma a otros escenarios igualmente complejos, debido, por una parte, a la precariedad e incertidumbre laboral del sector artesanal bentónico que ha visto cómo ha caído la demanda en las distintas caletas de la Región del Bío Bío.
Por otro lado, la industria está muy preocupada por el inicio hoy de la temporada de sardina y anchoveta, ya que producto de la contingencia sanitaria, han debido minimizar el personal que opera las plantas procesadoras de sardina, disminuyendo su capacidad. Ante esto, Asipes ha solicitado a la autoridad que debe regular los zarpes diarios, de otra manera se producirá un colapso, ya que se podría ver superada la operación de la industria, generando una emergencia sanitaria mayor producto de la descomposición de materia prima.
Consultado el director zonal de Pesca y Acuicultura de Bío Bío y Ñuble, Óscar Henríquez, éste aseguró que “cada industria está ordenando su flota artesanal contratada, indicando cuántas cargas recibirá diarias o qué días operarán. Nosotros separamos la flota para que no funcionara toda al mismo tiempo”, comentó a este medio.
Con todo, Sonapesca ha dicho que están velando por la seguridad sanitaria de los trabajadores, pero también para continuar con el suministro.
El presidente de Ferepa, Hugo Arancibia, habló de dos frentes: el mundo bentónico, de los buzos mariscadores, donde el problema del coronavirus ha afectado enormemente al desarrollo de la actividad, ya que hay casi nulo poder comprador en las distintas caletas de la Región del Bío Bío. “Las visitas a las caletas ha bajado un 95%, no hay visitas, por lo tanto, no hay compras, por lo que se viene una situación económica y social que se avisora bastante fuerte. Por eso ya hemos hablado con la Subpesca y con la Intendencia, para ver posibilidades de canalizar ayuda, ya sea económica como en productos. Asimismo, ya se afinó un instrumento con BancoEstado para postergar el pago de las cuotas de crédito”.
El otro frente se relaciona con la apertura de la temporada de sardina y anchoveta a las 00.00 horas de hoy, donde existe una preocupación súper especial por parte de las tripulaciones, ya que temen contagios en una actividad que reúne a gran número de personas que trabajan muy cercanos entre sí”.
Consultado Arancibia sobre la necesidad de regular el zarpe diario debido a la menor capacidad de las plantas industriales que procesan la materia prima capturada por los artesanales, dijo que de alguna manera tendrán que manejar las salidas, pero que era imperativo para el sector hacerlo, más allá del temor de contagio, puesto que, en un escenario de cuarentena total, ahí sí que implicaría problemas mayores para su sector, que en la Ferepa reúne a más de 8 mil pescadores.
Sobre la posibilidad real de poder chequear la salud de los trabajadores antes de abordar, y así evitar contagios, Arancibia informó que hasta ahora no han tenido tal posibilidad.
“Se viene un inicio de temporada muy complejo, ya que, si bien la pesquería muestra mejores números que el año pasado, el tema sanitario, sumado al cordón en San Pedro de la Paz, hará muy difícil el traslado de las tripulaciones hacia Coronel”, reconoció el histórico dirigente.
Preocupación en la pesca industrial debido al inicio de la temporada de sardina y anchoveta que se extiende hasta septiembre, debido a la contingencia sanitaria por Covid-19, lo que ha obligado a reducir personal en planta, por lo que la capacidad de procesamiento de la materia prima también decae. De no ordenar los zarpes, se podría correr el riesgo de acumulación de pesca, lo que podría detonar un problema sanitario mayor, debido a la descomposición de ésta.
Así lo reconoció la presidenta de Asipes, Macarena Cepeda, quien espera que la autoridad ordene y con esto disminuya la cantidad de zarpes diarios de la flota artesanal que captura sardina y anchoveta, pues esto permitirá adaptar el abastecimiento a una capacidad menor de las plantas producto de la situación sanitaria que vive el país. “Las empresas socias de Asipes han ajustado sus dotaciones tomando en consideración los planteamientos de sus trabajadores y las recomendaciones de seguridad sanitaria dispuestas por el Gobierno”, precisó la ejecutiva.
Además, recordó que la harina de pescado se utiliza para la fabricación de alimento para peces de cultivo y animales de abasto, como pollos y cerdos, y también mascotas.
“Las plantas pesqueras son instalaciones estratégicas para mantener la cadena de abastecimiento de diversos tipos de alimentos, por eso es muy relevante el trabajo de nuestros proveedores artesanales, pero tenemos que hacerlo bien y organizadamente para seguir aportando con alimentos sanos para todos los chilenos”, enfatizó la representante de la pesca industrial, quien insistió que es “de la mayor importancia que cada pescador se proteja y respete al máximo las medidas de prevención de contagio, de todos nosotros depende enfrentar esta crisis sanitaria de la mejor manera posible por el bien de nuestras familias y colaboradores”, concluyó.