Economía y Negocios

El mea culpa del presidente de Empresas Aitue tras el fallido proyecto Ciudad del Parque

En entrevista exclusiva, Andrés Arriagada abordó el fallido proyecto Ciudad del Parque, el momento políticosocial e hizo anuncios. Y reconoció el “largo silencio” frente a las malas prácticas empresariales.

Por: Javier Ochoa 18 de Enero 2020
Fotografía: Carolina Echagüe M.

Momento político-social, Ciudad del Parque, nuevas inversiones, desarrollo urbano de Concepción, encuesta CEP. Todas temáticas que abordó el presidente de empresas Aitue, Andrés Arriagada, en conversación con Diario Concepción.

El empresario de 55 años destacó la necesidad, en varios ámbitos, de llegar a acuerdos, basado en argumentos y con mirada de largo plazo.

– ¿El proyecto Ciudad del Parque se bajó por la crisis?

– Fue una decisión que nos dolió mucho, me dolió en el alma, pero su judicialización no hizo viable continuar con una inversión como esta. Pero creo que cometimos un error, porque si creíamos que el proyecto era muy bueno, debimos partir antes a hablar con las comunidades más sensibles, lo que no quiere decir que no lo hayamos hecho. Ahora bien, la crisis apoyó aún más la decisión.

– ¿Qué pasa con ese paño?

– Sigue a la venta, separado en cinco lotes, tenemos uno con promesa de venta y aún no sabemos si nos quedamos con dos o tres, porque Aitue edificará ahí un edificio de 200 departamentos en la esquina de Castellón con Chacabuco y ya ingresamos un permiso de edificación. Hay posibilidad de que sea un mix entre oficinas y departamentos.

– Hay rumores que hablan de que Ciudad del Parque podría construirse en el paño donde estaba Sodimac en Los Carrera.

– No, Aitue no está relacionada con ningún desarrollo en esa ubicación.

– Aitue siempre ha sorprendido con proyectos potentes es circunstancias adversas: crisis 2008 (parque Urbano frente a mall Trébol), terremoto 2010 (centro Plaza calle Cochrane). Pero, ahora, se baja una iniciativa importante como Ciudad del Parque. ¿Hay relación entre esa decisión y la crisis que vivimos?, ¿Impulsarán un proyecto de envergadura en este escenario económico, político y social que atraviesa Chile?

– El principal rol de una empresa es generar actividad. De Aitue dependen directamente 200 familias y si sumamos a la red de constructoras la sumatoria llega a 2.000, por lo tanto, debemos seguir impulsando desarrollos. Hoy también tenemos desafíos. Ninguno de los proyectos que se realizan por etapas los hemos paralizado. Y estamos buscando reemplazar algunos desarrollos que han sido golpeados, hacia otras zonas geográficas. Hoy Aitue está mucho más diversificada. Opera en cuatro ciudades: Santiago, Rancagua , Concepción y Los Ángeles. Y pronto entraremos a otra que aún no puedo comunicar cuál es. Hoy tenemos 13 proyectos activos y cinco en proceso de partir. Todos suman alrededor de 5 millones de UF (algo así como $142 mil millones). Dentro de los cinco, hay dos proyectos grandes para Concepción, que espero tener claridad dentro de unos 30 días para poder comunicarlos.

– ¿Cuál es su postura sobre la discusión de la altura máxima y la densificación urbana?

– No puede ser que primero se hable del instrumento para resolver. Primero debemos ponernos de acuerdo sobre qué ciudad queremos, dónde generaremos polos de desarrollo. Saber si queremos seguir desarrollándonos como una urbe que atraiga talentos, etc. Una de las formas de hacerlo es la densificación de las zonas céntricas de manera inteligente y no es un tema sólo de altura. También es un tema de factibilidad, porque si tú me invitas hoy a desarrollar proyectos de siete pisos, con las condiciones y valores de los terrenos existentes, no es que no quiera. No puedo, porque se tendría que llegar a precios tan exorbitantes a los clientes, que no serían realistas. Creo que hoy es una discusión más influenciada por la actualidad político-social, más que responder a una reflexión profunda sobre cómo queremos desarrollar la ciudad. Creo que debemos salir un poco de los eslogan. Entiendo que pueden haber divergencias sobre este tema, pero uno lo que quiere son acuerdos basados en argumentos.

– ¿Cuál es su ideal de ciudad?

– Esto puede ser tomado como una parte interesada, dado que soy un actor dentro del sector, pero no. Tenemos otras ciudades para invertir. Si hablamos de altura equilibrada, hay que distinguir las zonas donde ya está intervenido el casco urbano. Buscar las zonas de protección, pero siempre como una mirada acerca de cómo seguimos creciendo y atrayendo talentos. Hoy la vivienda es más cara porque las exigencias son mucho mayores. Quiero una ciudad equilibrada, que respete su identidad, pero que no frene el desarrollo y el crecimiento.

– ¿Qué opina sobre el estallido social que comenzó el pasado 18 de octubre de 2019?

– Primero hay que contextualizar por qué llegamos al 18 de Octubre y cómo estaba el país en lo positivo y negativo. Creo que todos reconocemos que Chile tuvo crecimiento económico en las últimas décadas, mejorando indicadores de pobreza, de acceso a la educación y la salud. Ahora, creo que el gran error desde los gremios empresariales fue no cuantificar una angustia que traía la gente por otros problemas que le fue generando el desarrollo y el crecimiento. Y, un segundo elemento, y aquí viene una autocrítica fuerte, un largo silencio en torno a no castigar líderes empresariales, políticos, religiosos que cometieron abusos en cada una de sus instituciones. Y, además, se empezó a generalizar que algunas instituciones estaban todas corrompidas. Y ese silencio que mantuvimos, por la comodidad en la que estábamos, también nos hace un poco corresponsables del prestigio que esas instituciones tienen. Quién más que uno, que viene del mundo empresarial, cree en la libre competencia, pero aun así no castigamos aquella gente que hace e hizo trampa y que, precisamente, los más dañados son quienes compiten con ellos. Pero como estábamos en la zona de confort, no le dimos la importancia a lo que esto estaba generando.

Entonces, estos males de la gente, junto con esta generalización de las instituciones corruptas, provocó este 18 de Octubre, y nos encontramos con esta realidad actual que comparto, en cierta manera, asumiendo la responsabilidad desde un liderazgo de que no nos dimos cuenta de un tema que tiene que ver con la dignidad de las personas. Que no tiene que ver tan sólo con el tema económico y acceso a las cosas, sino también con el trato, en la forma en que se fue desarrollando esta sociedad. Y los problemas están ahí, un ingreso para tener una calidad de vida acorde, acceso a una mejor salud, educación y pensión. Nos hacemos cargo de las soluciones, pero hay que velar por que éstas no sean sólo para hoy, sino que también para el futuro.

– ¿Apoya una nueva Constitución?

– Sí, creo que dentro de las oportunidades está tener una nueva Constitución validada por la mayoría de Chile. Junto con esto, debemos tener un clima para hacer algo racional, con discusiones de fondo, sin caer en los eslogan. Esto no puede hacerse en un clima de trincheras.

– ¿Cómo se avanza con un escenario económico a la baja?

– Junto con ir mejorando el tema social, no debemos parar el motor de Chile para que así siga desarrollándose y poder hacernos cargo, de forma permanente, de estas temáticas sociales porque más adelante surgirán otras necesidades. Hecho de menos la discusión sobre qué país queremos, cómo queremos ver a Chile en diez años más y en torno a eso empezar a trabajar para ver los temas: constitucionales, tributarios etc., pero primero debemos ponernos de acuerdo en hacia dónde vamos. Creo que se pone atención más a las encuestas, a la próxima elección y falta la mirada de largo plazo.

– Se conoció la encuesta CEP, ¿qué opina de sus lapidarios resultados?

– Sí, en muchos aspectos la encontré muy fuerte, pero resalto dos elementos: que la gente valora la democracia mucho más que antes y esto está diciendo que resolvamos los problemas dentro de un marco institucional. Pero lo que me llama más la atención es que el 80% pide que nos pongamos de acuerdo, que busquemos una fórmula relativamente consensuada en los pilares. Esto es un llamado fuerte para todos quienes de alguna forma tenemos una posición de liderazgo.

– Algunos proyectan que Chile crecerá bajo el 1% este 2020.

– El escenario económico es un tema complejo, no podemos esperar un desarrollo económico potente, porque hoy existe mucha desconfianza de la gente para invertir y para gastar. Esto requerirá, desde una mirada empresarial, inteligencia y creatividad para revertir este tema, porque la empresa, junto a tener un rol social, el principal es el desarrollo, crecimiento y oportunidades. Por eso, no hay que caer en un clima de negacionismo, sino al contrario, hay que ser tremendamente creativos para generar las condiciones para que este motorcito no se detenga y comience a tomar velocidad. Yo soy siempre optimista, creo y quiero que Chile saldrá adelante.

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